Ahora las goteras. El restaurante del Parque Municipal, una concesión del Ayuntamiento cerrada tras el concurso de acreedores de la empresa, ha acabado encharcándose con las lluvias de los últimos días. Los cercos de agua se extienden por el interior del inmueble cerrado a cal y canto desde principios de año, lo que pone aún más en evidencia el deterioro que sufren las instalaciones que llegaron a ser emblemáticas en el corazón del Palmeral.

Las filtraciones, visibles desde el exterior, comparten espacio con parte de los utensilios que formaron parte del día a día del restaurante y que no fueron retirados por sus anteriores dueños. Tableros de mesas amontonados, extintores y una montaña de bolsas hasta con cotillón de Nochevieja se pueden apreciar junto a los charcos de agua mientras los turistas pasean por el principal pulmón verde de la ciudad.

El Ayuntamiento, por su parte, tiene como reto sacar antes de que acabe el año a concurso la licitación de este establecimiento y el del Parque Deportivo Emilio Villanueva, también en la misma situación, con el fin de devolver a la vida las dos instalaciones.

No solo hojas o ramas de palmera se acumulan ya entre los rincones del Dátil d'Or. También hay basura esparcida por la entrada del establecimiento, como latas, cartones y otros desperdicios. Algo que contrasta de lleno con los alrededores del Parque Municipal, donde los operarios municipales trabajan de manera habitual en el cuidado de la limpieza y la jardinería, al ser un escenario especialmente transitado por los visitantes.

Sin embargo, la situación en la que se encuentra el restaurante ha empezado a generar comentarios y críticas de muchos de los que pasan por sus alrededores. «Es una pena que un restaurante tan conocido en Elche y con tanta historia haya acabado así», comentaron ayer vecinos que paseaban frente a las instalaciones. «Con el potencial que tiene este lugar, es muy triste que esté echándose a perder», criticaron desde otro grupo de jubilados.

La junta de gobierno local resolvió este verano de oficio el contrato de la concesión de obra pública para la construcción y explotación de un bar cafetería en el Parque Deportivo Municipal y la reforma y explotación del bar restaurante del Parque Municipal. Se trataba del último trámite para rescatar la concesión, después de que los titulares se declararán en el concurso de acreedores. El Ayuntamiento ilicitano, mientras se tramita el proceso para sacar a concurso una nueva concesión de los establecimientos, dio un plazo de 20 días al administrador concursal para que se retiren los equipamientos. Ya se han retirado casi todos.