Después de ver como superficies comerciales como la del entorno del Carrefour o el Centro Comercial l'Aljub se han rearmado durante los últimos meses para mejorar su oferta, muchas tiendas y establecimientos del centro de Elche han optado por mover ficha para tratar de levantar las ventas, a la espera de que el Ayuntamiento mueva la suya, que no es otra que la que dé con una solución definitiva al conflicto del Mercado Central, que mantiene paralizado el proyecto para revitalizar el centro de la ciudad.

El incesante goteo de cierres en la calle Corredora o en otras calles del centro, como Obispo Tormo o Carrer Ample, en esta última también ha cerrado sus puertas el establecimiento de la Espiga de Oro, se trata de compensar con el traslado de actividades que buscan mejorar su posición y reconfigurar su oferta para convertirse en negocios más atractivos.

Un ejemplo de este tipo de negocios en el comercio Moment, que regenta Ricardo López. Esta tienda ha dejado un local en la Replaçeta de la Fregassa para ocupar otro en la calle Hospital. El comerciante explica que «en el local anterior teníamos una clientela consolidada, pero queríamos mejorar, y por eso buscamos un local más amplio en una calle con más paso de personas». Este pensamiento les ha llevado a la calle Hospital, donde, aseguran, «hemos mejorado las ventas en un mes».

En la calle Corredora, una de las más afectada por los malos tiempos que atraviesa el centro de Elche, y que acumula el mayor número de locales cerrados, también se está trabajando. En breve abrirá un comercio en el local que hasta hace unos meses ocupada Massimo Dutti, de Inditex. Se trata de un establecimiento de moda que también busca mejorar el emplazamiento de su negocio.

A movimientos de este tipo se suman negocios que aterrizan en el centro, y otros establecimientos de hostelería que mejoran sus locales, como ocurre en la Replaceta de la Fregassa, o en la plaza de las Flores. Estos movimientos también se ven en la calle Velarde.

Y todo ello con la principal losa del centro de la ciudad, reconocen los comerciantes, que es el alto precio de los alquileres que hace inviable muchas de las aventuras comerciales que se emprenden al cabo del año. «Se están pidiendo precios muy elevados para las ventas que tenemos», decía una comerciante ayer en el centro de Elche, mientras otro consideraba que «el Ayuntamiento debería intervenir para regular los alquileres de los locales».

Un problema que persiste en el centro durante los últimos años, y que siempre ha sido objeto de crítica por parte de los emprendedores que se fijan en el casco histórico para poner en marcha sus iniciativas empresariales.