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Inteligencia artificial y Big Data para frenar el 90% de casos de ceguera

Los oftalmólogos avanzan que la fotografía del fondo de ojo, procesada y cotejada con miles de datos, permitirá diagnósticos precoces

Cirugía ocular llevada a cabo en el Hospital del Vinalopó. SERGIO FERRÁNDEZ

El 90% de las patologías que provocan hoy en día la ceguera en los países más avanzados, es decir, la degeneración macular, la retinopatía diabética y el glaucoma, podrán tener en pocos años un diagnóstico precoz y además sin necesidad de acudir al oftalmólogo, tan solo en la consulta del médico de familia o en Atención Primaria. Esto será posible gracias al aterrizaje del Big Data (conjuntos de datos tan ingentes que deben ser procesados por sistemas informáticos con el fin de obtener resultados aprovechables ) y la inteligencia artificial en la sanidad, según manifestaba ayer el doctor Fernando Soler, quien, desde Elche, y con motivo hoy de la celebración del Día Mundial de la Visión ha augurado que próximamente también el uso de la robótica en la cirugía ocular y de la nanotecnología serán herramientas que vendrán a revolucionar en parte esta especialidad médica.

Para el doctor Soler, es inevitable que el Big Data llegue a la sanidad pública, de manera que los ordenadores podrán procesar 600.000 imágenes en un único día y compararlas con la fotografía del fondo del ojo hecha a un paciente aquejado de una dolencia ocular. En ese mismo instante, el médico de cabecera será informado, gracias a algoritmos de inteligencia artificial, que un determinado paciente padece o muestra signos de padecer en el futuro tal o cual dolencia.

Diagnóstico establecido

«A los oftalmólogos nos van a llegar los pacientes con el diagnóstico establecido. Con una simple foto en Primaria se va a conseguir la detección precoz de estas enfermedades y también, por ejemplo, del Alzheimer», señalaba el oftalmólogo ilicitano.

Asimismo, apunta que en Israel ya se están probando unas gotas que, gracias a la nanotecnología, a nanorrobots, curan defectos de graduación, es decir, corrigen problemas en la córnea (la primera lente del ojo). No obstante, señala que esta tecnología está todavía por desarrollar y que aún le falta «toda la cocción».

Pero si la nanotecnología es una tendencia, la utilización de la robótica como herramienta para determinadas cirugías es otra. A su juicio, es inevitable que aterrice esta herramienta que ya se utiliza en urología y cirugía abdominal y que permite ser mucho más precisos y, de paso, sortear los minitemblores que pueda padecer el cirujano.

Por otra parte, el especialista vaticinó que en un futuro no demasiado lejano el médico cobrará por resultados, resultados acordes con la media. «De ello se beneficiará la sociedad y los menos hábiles se tendrán que reconducir», manifestaba Soler, quien afirmaba que en tres hospitales de España ya se está trabando así, donde los médicos, más allá del acto médico (conoce el problema, lo trata según su experiencia y conocimientos y receta un tratamiento determinado) que están con resultados por encima de media son los más solicitados por los pacientes y por tanto al profesional se le paga más porque logra mejores resultados.

«La oftalmología no es ajena a los grandes cambios de la sociedad», explicaba el doctor Soler, toda una institución dentro y fuera de Elche y organizador del evento internacional FACO, que cada año reúne en la ciudad a prestigiosos expertos en la materia.

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