Elche y los ilicitanos se suman hoy al Día Mundial de la Salud Mental con un punto informativo en la Plaça de Baix y con la lectura de un manifiesto y otras intervenciones, que han tenido lugar este mediodía, con la presencia de representantes de casi todos los grupos políticos municipales, y en el que sobre todo se ha reivindicado una educación inclusiva para las personas que padecen enfermedades mentales.

Una suelta de globos verdes, con varios mensajes escritos sobre ellos, han puesto la nota de color a un acto en el que se ha pedido además a la sociedad y a los políticos que se hable con normalidad y naturalidad de estas enfermedades, y también más recursos para detectarla y tratarla.

Diego Guilló, enfermo mental, destacó que trabajar la autoestima puede permitir superar el autoestigma, después de recordar el lema de esta jornada: educación inclusiva, salud mental positiva.

Toñi López, que también quiso decir bien alto que ella es otra enferma mental, aseguró que la recuperación es posible, y que ella cuenta con un trabajo y una vida normalizada.

Desde Asfeme, la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental Grave de la Provincia de Alicante, impulsora de la actividad de hoy y de otras en fechas cercanas, ha reivindicado hoy “una educación que apueste por los valores, que trabaje la diversidad y la inclusión y que tenga en cuenta los retos de una sociedad que cambia a una velocidad de vértigo, para que se consiga una salud mental más positiva de las generaciones futuras”.

Noelia Aznar, directora-gerente de Asfeme, quien avanzó que entre otras acciones a raíz de esta efeméride se van a impartir charlas en centros deportivos y organizar torneos deportivos, destacaba por su parte que todos somos susceptibles de padecer una enfermedad mental.

Durante el acto también ha tomado la palabra María José Gisbert, presidenta de Asfeme, quien por su parte ha instado a reducir la exclusión al alumnado que presenta este tipo de patologías, así como ha animado a que se faciliten a docentes itinerarios para la inclusión, sin olvidar la importancia de la prevención.

“El sector educativo debe estar involucrado en la prevención y atención tempranas, enfrentándose a una de las principales dificultades de los problemas de salud mental: su carácter invisible que hace que, al contrario de lo que ocurre con las enfermedades físicas, permanezcan ocultos y conlleven un gran estima”, ha añadido Gisbert.