En los juzgados. Así han acabado 200 vecinos de Bonavista para tratar de que el Ayuntamiento les ponga alumbrado público en una zona residencial consolidada desde los años setenta, después de haberlo reclamado por activa y por pasiva durante años a los distintos responsables locales. El problema con el que se encuentran los vecinos de frente es que el Consistorio rechaza poner este servicio porque alega que la zona es privada.
Sin embargo, el argumento que da el equipo de gobierno no convence a los vecinos y la Asociación de Propietarios de Bonavista ha interpuesto un contencioso administrativo contra el Ayuntamiento. Los afectados alegan que hace más de una década la Administración local instaló el alcantarillado en la urbanización con los fondos europeos Feder y que cuentan con otros servicios públicos, como es la limpieza y recogida de basura, el autobús diario y señalan que, además, la urbanización no está cerrada, sino abierta. Consideran que estas son razones de peso como para que el juez se pronuncie a su favor. Además, se suma que en algunos viales hay placas con los nombres de las calles, al igual que ocurre en cualquier otra zona de la ciudad.
Sin embargo, desde el Ejecutivo local se amparan en que hay muchas otras urbanizaciones que se encuentran repartidas por todo el término municipal y que se encuentran en esta misma situación. En el caso de Bonavista, señalaron que las casas unifamiliares se fueron construyendo de forma diseminada y que, a partir de ahí, se crearon las calles, hasta convertirse en una zona consolidada.
Pese a todo ello, lo que sigue chocando a los vecinos es que el Ayuntamiento se comprometiera hace años a poner el alumbrado público en Bonavista, con la condición de que los vecinos abonaran un tercio de los gastos, que el otro saliera de las arcas municipales y que el otro tercio lo pusiera la Diputación, a través de una subvención. De hecho, hay un proyecto redactado, por un equipo técnico contratado por la propia asociación, que cifraba en 660.000 euros la inversión necesaria para la obra, y que está guardado en los cajones del Ayuntamiento desde hace años.
Desde el equipo de gobierno aseguran que se reunieron con los vecinos y que estudiaron la propuesta, pero que, finalmente, acabaron encontrándose con el mismo impedimento: los caminos no son públicos, según contemplan los técnicos de Urbanismo, y que una de las soluciones pasa por que los vecinos cedan la titularidad de los viales al Ayuntamiento, lo que implicaría entregar a la Administración local los viales urbanizados bajo unas exigencias.
Tras encontrarse con otra puerta cerrada, los vecinos aseguran que han querido ir por las buenas, pero que finalmente se han visto obligados a defender lo que consideran sus derechos en los tribunales. Mientras, hay residentes de Bonavista que se han tenido que colocar farolas en sus parcelas, que apuntan al exterior para tener algo de luz en la calle, ante la inseguridad que genera estar a oscuras. Eso implica que tengan evidentemente que pagarse ellos mismos la luz, lo que les supone 100 euros anuales.
Más quejas
Desde la asociación reprochan a la Administración pública la situación en la que se encuentra este antiguo enclave que se formó cuando las normas urbanísticas eran otras y «los promotores intentaban ahorrarse todo lo que podían, especialmente en los temas de dotaciones en infraestructuras, con la complicidad o la inoperancia de los responsables locales de cada momento».
Lamentan que sus calles no han sido asfaltadas desde su creación, que carecen de aceras, no existe señalización horizontal y la poca que hay no se puede identificar, y que el tendido telefónico está en mal estado.
