Elche será pionera en la construcción de edificios pensados para mayores de 55 años. El Ayuntamiento, a través de la empresa pública Pimesa, ha activado la maquinaria para levantar el primer inmueble de la ciudad para séniores con 70 viviendas. Se trata de una nueva fórmula, que tras dejar atrás la promoción de vivienda protegida, implica abrir el parque inmobiliario de la ciudad a un nuevo concepto de casas colaborativas, pensadas para familias y mayores, en las que la comunidad marca las reglas de participación y convivencia, al estilo de los países nórdicos.
Se conoce como «cohousing» y será el primer inmueble inspirado en la filosofía séniores e intergeneracional de la Comunidad Valenciana, según la Asociación Seniors Vida Sostenible, un colectivo que promueve este tipo de viviendas. El último consejo de administración de Pimesa ha aprobado un estudio realizado en los últimos meses, de la mano de esta agrupación, con el que ha detectado una demanda real entre los ilicitanos, según apuntaron desde las dos entidades. A partir de esas conclusiones, a lo que la empresa municipal también ha dado luz verde es a elaborar un pliego de condiciones para contratar el equipo técnico que redacte el proyecto del edificio. Un proyecto que está previsto que se pueda aprobar antes de que acabe el año. Tras hacer ese estudio de viabilidad, Pimesa se convertirá en la promotora del inmueble en uno de los sectores urbanísticos con más expansión del ladrillo en la ciudad, el E-5, situado frente a San Antón, tal y como señaló el gerente de la mercantil, Antonio Martínez.
«Hay un interés y una demanda potencial», señaló el responsable de la empresa pública, tras detectarlo no solo en el estudio que acaban de finalizar, sino también por los interesados que han llegado hasta las propias oficinas municipales para pedir información sobre el «cohousing».
De este modo, Elche ha acabado subiéndose al carro de las grandes ciudades, que ya están apostando por este proyecto, que está reconocido en el Plan Estatal de Viviendas del Gobierno central, por lo que también hay ayudas públicas. Una vez avanzados los trámites para construir el inmueble, la empresa del Ayuntamiento planteará la posibilidad de que los interesados accedan a las viviendas por medio de la compra o el alquiler.
¿En qué consisten?
Las viviendas colaborativas están pensadas para un público sénior, con espacios en común para compartir actividades, pero también con zonas privadas, que las diferencian del modelo de las comunas. Son edificios en los que hay salones para hacer una vida en común, como por ejemplo, de descanso, de ocio, de «coworking», etc. Pimesa también se encargará de establecer unas normas de convivencia y de incluso abrir los locales del inmueble para el público en general.
La propuesta que ya ha hecho llegar la Asociación Seniors Vida Sostenible a Pimesa consiste en un edificio en forma de «U», de manera que un ala sea para mayores; la zona frontal sea para público intergeneracional, que también tendrá cabida en el inmueble y otra ala será para la convivencia de seniors y jóvenes, «dispuestos a compartir su estilo de vida con mayores y a buscar una relación afectiva», tal y como explica Prudencio López, coordinador de la asociación. El objetivo pasa por hacer un lugar donde hacer frente a la soledad y donde tener al lado a personas de confianza.
Desde el Ayuntamiento, el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, ya explicó en su momento que esta fórmula es indicada sobre todo en una sociedad en la que cada vez se dan más las familias monoparentales o personas que acaban viviendo solas, por lo que la idea, tal y como describieron desde el Ayuntamiento, es crear una «gran familia», a través de la comunidad.
