Los bomberos del Parque de Bomberos de Elche han extinguido a primera hora de la tarde de hoy un incendio en una vivienda abandonada ubicada en la partida de Altabix, según han informado desde el Consorcio Provincial de Bomberos. El fuego se ha iniciado por causas que se investigarán posteriormente y ha terminado de derribar esta construcción en desuso, situada muy cerca de Puente del Bimil·lenari. La casa está ubicada en una parcela de unos 35.000 metros cuadrados, y el fuego ha afectado a parte del matorral que se extiende por el terreno.

Un vehículo de primera salida, una nodriza y el vehículo de jefatura se han desplazado hasta el lugar del incendio para su extinción. Por fortuna, no se han registrado daños personales.

Otros casos

Los incendios en lugares abandonados suelen darse por actividades en ellos sin control. El año pasado, efectivos del Parque Comarcal de Bomberos de Elche sofocaron un incendio en una de las naves abandonadas de lo que fue la Estación Phoenix, hoy en desuso. Las primeras hipótesis, según fuentes policiales, apuntan a que el fuego fue provocado. El siniestro se originó en una nave que aún cuenta con maquinaria empleada por el extinto centro de investigación. El fuego afectó a parte de esta maquinaria, que quedó calcinada, aunque por fortuna, y gracias a la intervención de los efectivos de Emergencias, no fue a mayores, pese a que se trata de una zona con abundante matorral a su alrededor, que cubre por completo algunas de estas instalaciones, haciendo que apenas sean visibles.

Los bomberos recibieron el aviso alrededor de las 18.50 horas, y la extinción de las llamas, al estar controladas dentro de la pequeña nave metálica, apenas llevó unos minutos. Fuentes de Emergencias apuntaron ayer a este diario que no se trata del primer incendio que se produce en las instalaciones, donde se acumula desde hace años basura, escombros y deshechos de todo tipo, pese a que el Hort del Gat, donde se produjo el incendio, se encuentra dentro de la Ruta del Palmeral.

En el interior de la nave siniestrada vive actualmente una pareja de personas sin techo, que no se encontraban en el interior del habitáculo metálico en el momento del siniestro, aunque el fuego alcanzó parte de sus modestas pertenencias. Se trata de una zona abierta al público al estar en esa Ruta del Palmeral, por lo que tampoco faltaron visitantes y curiosos que se alertaron al ver las llamas y el humo.

Hasta el lugar se desplazó otra unidad del Parque Comarcal de Bomberos que en ese momento se encontraba atendiendo otro incendio en la pedanía ilicitana de La Marina, en este caso un fuego menor en unos matorrales.

El incendio de ayer puso en evidencia de nuevo el mal estado de conservación y la falta de limpieza que sufre el Hort del Gat. Lo cierto es que la basura, los restos de ropa, comida y enseres se encuentran repartidos a lo largo de todo el perímetro que albergó la Estación Phoenix.

El lugar se ha convertido también en punto de reunión de numerosas personas sin hogar, que han visto en estas edificaciones un lugar donde poder habitar por cuestiones de necesidad. Hasta una decena de familias se han asentado en todos y cada uno de los rincones de estas instalaciones, tal y como pudo comprobar ayer este diario.

Condiciones

Los efectivos policiales lo saben y velan por que se cumplan unas mínimas condiciones de higiene, salubridad y limpieza en el interior. El palomar donde se registró otro incendio hace algunos meses es otro ejemplo de cómo estas instalaciones han caído en el más absoluto de los olvidos por parte de las autoridades municipales. Hasta el sótano junto a la piscina que en su día albergó la maquinaria de depuración de sus aguas ha sido reconvertida en vivienda.

Otra cosa es el vandalismo que se produce en el exterior, donde los desperfectos son la tónica desde que el anterior equipo de gobierno, el del PP, clausuró la Estación Phoenix, lo que ha derivado en que el Hort del Gat esté en el más absoluto olvido.

Por fortuna, el fuego de ayer no fue a mayores, pero puso en evidencia los peligros de la falta de limpieza, mantenimiento y desbroce de unas instalaciones totalmente desatendidas pese a las continuas denuncias de usuarios y colectivos ecologistas.