El Museo de Pusol, un lugar único, donde el tiempo parece que se detuvo hace medio siglo guardando la memoria de muchos ilicitanos, fue ayer objeto de veneración, respeto y reconocimiento por el centenar de personas que se acercaron para conmemorar el noveno aniversario del reconocimiento por la Unesco de sus valores educativos y culturales, lo que se plasmó en la figura de Patrimonio de la Humanidad y en su Registro de Buenas Prácticas en la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial. El alcalde, al frente de un buen número de ediles de la corporación, aprovechó el acto para anunciar que la ciudad o mejor dicho el propio museo, aspira el año próximo a albergar un encuentro mundial de otros bienes de buenas prácticas, lo que fue aplaudido por todos. Ese anuncio, el aumento del espacio expositivo en 140 metros cuadrados y la idea de que el futuro de las instalaciones pasan inexorablemente por una Fundación donde cada vez más las empresa privadas se impliquen en ello, fueron los principales argumentos del acto que, como es tradicional, acabó con una almuerzo típico del Camp d'Elx.

El alcalde cerró un acto que abrió el director de la Fundación, Rafael Martínez, quien resaltó que el Museo de Pusol sigue creciendo y engrandeciendo su historia; en el que intervino la directora del colegio de Pusol, Isabel Picó, quien destacó el papel que juega el museo y las interacciones que tienen no sólo con la ciudad y sus ciudadanos, que siguen aportando útiles y objetos a él, sino las universidades, hasta seis, con las cuales existen convenios; y donde José Mora, presidente de la Asociación Centro de Cultura Tradicional Museo Escolar Pusol, tuvo las palabras más humildes para la labor que allí se desarrolla. González, recordó que el museo no es sólo educación y cultura, sino también un activo turístico. «Se está haciendo un gran trabajo y la suma del capital privado con la que hacemos desde el Ayuntamiento, que se ha potenciado en los últimos años, muestra que el Museo de Pusol tiene un futuro asegurado (...)Tenemos la satisfacción de que ahora se está acabando otra ampliación. 140 metros cuadrados de superficie expositiva que nos permite decir que el Museo va a más y sigue creciendo», dijo González. Al acto no asistió Fernando García Fontanet, una de los grandes precursores del Museo de Pusol y quien, precisamente, este año cumplió medio siglo desde que comenzó a ser un docente inquieto que volcó su vida en lo que ahora es un Patrimonio de la Humanidad. El presidente de la Fundación lo recordó en su discurso y lamentó su ausencia como la práctica totalidad de los asistentes al acto. Sin él el Museo de Pusol, probablmente, nunca hubiera existido.