Aarón, el niño de dos años ingresado en la UCI tras ser atendido el pasado jueves en el Hospital del Vinalopó de Elche, donde llegó grave a causa de una supuesta paliza de su padrastro, murió en la noche del lunes en la UCI Pediátrica del Hospital General de Alicante, donde había sido trasladado por su gravedad. Las lesiones sufridas, especialmente un golpe en la cabeza, según apuntaron fuentes cercanas a la investigación, obligaron a los facultativos a inducir al coma al pequeño. Su estado de salud había empeorado en la noche del domingo al lunes y, finalmente, no se pudo hacer nada por salvar su vida.

La autopsia, practicada ayer en el Instituto Anatómico Forense de Alicante, arrojará más luz sobre el alcance del maltrato sufrido que, según los informes médicos, no responden a una agresión puntual, sino que se habría producido de forma reiterada. La madre del menor y su pareja, el presunto autor, fueron detenidos el mismo jueves, cuando el centro hospitalario ilicitano dio aviso a las autoridades siguiendo el protocolo para casos de malos tratos.

La familia del padre biológico, que reside en Madrid, se desplazó el viernes a la capital alicantina tras ser informada por las autoridades de lo sucedido. «Estamos destrozados, ahora queremos justicia», aseguró ayer su madre y abuela del menor, Milagros De La Mata. El padre del pequeño llevaba sin verlo desde abril. «La relación terminó en marzo y denunció a mi hijo por violencia de género. Le perdimos la pista en abril, nos borró de Facebook, de WhatsApp... Llevábamos tiempo sin saber nada de él, reclamando a la Justicia que nos devolvieran a mi nieto. Al final, nos lo han devuelto en una caja», aseguró ayer rota de dolor minutos antes de trasladarse al Tanatorio de La Siempreviva de Alicante, donde están los restos del menor hasta que el juez decida si autoriza el traslado del cuerpo a Madrid, su ciudad natal.

«Desde que nos enteramos y vinimos el viernes no nos hemos separado de mi nieto. Hemos estado noche y día con él. Queremos que quede bien claro que la familia paterna no se ha desentendido, que lo queremos, y aún no nos explicamos cómo ha podido suceder esto. Queremos justicia, y que ese monstruo pague por lo que ha hecho», reiteró.

«Abandonados»

La familia, además, denunció que se sienten abandonados por las instituciones públicas, ya que desde que llegaron se han hospedado en un hotel, sin ayuda de nadie, pese a sus carencias económicas. «Queremos, eso sí, agradecer el trabajo del equipo médico del Hospital General de Alicante, que se han entregado en cuerpo y alma a cuidar de mi nieto Aarón. También a la Brigada de la Policía Judicial que nos ha atendido, pero por la otra parte nos hemos sentido muy abandonados». El padre del menor se trasladó ayer hasta el domicilio donde el pequeño convivía con su madre y con la pareja de esta, en el entorno del Primero de Mayo, para «agradecer a los vecinos cómo se portaron con mi nieto, pues gracias a ellos el niño pudo ir al hospital», agregó Milagros. Al parecer, fue una vecina la que, al escuchar los gritos y los llantos, posibilitó que fuera trasladado al hospital, aunque no se pudo hacer nada por su vida.