"Durante un año y medio mi hija Patricia Aguilar ha sido víctima de una secta destructiva. Fue captada cuando tan solo era una adolescente mediante las redes sociales. No importaron los 10.000 kilómetros que la separaban de su captador, él supo manipularla hasta que consiguió que lo abandonara todo (familia, estudios, país?) sin decir nada a nadie, para unirse a la secta que estaba formado el Príncipe Gurdjieff". De esta manera comienza la carta que Alberto Aguilar ha publicado en la plataforma Change.org con el objetivo de iniciar una campaña de recogida de firmas con la que pedir al Ministerio del Interior una ley más justa contra las sectas y evitar que se produzcan nuevos casos como el de su hija, la ilicitana Patricia Aguilar.

"Es necesario que existan campañas de concienciación y prevención en colegios e institutos. También que exista un observatorio de especialistas y expertos que puedan elaborar informes sobre las sectas que están activas y se les haga un seguimiento. Necesitamos que los cuerpos de seguridad tengan la formación necesaria en este campo y se les proporcionen herramientas y protocolos de actuación", continúa el escrito que hoy ha hecho público Alberto Aguilar en Change.org y que, de momento, ha recogido ya más de 400 firmas.

"Ahora mismo, mientras lees esta petición, hay personas como tú y yo, atrapadas bajo el yugo de alguna secta. Nadie las busca, nadie las rescatará porque son mayores de edad y la justicia entiende que es su decisión vivir así. No podemos permitir que un ser humano abuse de otro. Nadie elige voluntariamente recibir golpes e insultos, humillaciones, abusos sexuales, ser esclavo de otra persona... Detrás de estos comportamientos, suele haber un abusador que, mediante la manipulación psicológica, pretende sacar un beneficio personal de la situación", concluye la carta de Alberto Aguilar.

La causa judicial contra Félix Steven Manrique, el líder de la secta peruana que captó a Patricia Aguilar, continúa. La familia ha hecho público esta semana un comunicado en el que asegura que tras la vuelva de Patricia a España hace un mes, han podido recopilar más conversaciones que la ilicitana, entonces menor de edad, mantenía con Manrique, y que probarían la manipulación y los abusos a los que fue sometida. Patricia Aguilar remitirá estas nuevas pruebas a los juzgados, ya que en los próximos días tendrá que comparecer en el marco de la causa abierta contra Manrique en España.

Patricia se fue de casa en enero de 2017, nada más cumplir los 17 años, para ir a reunirse con Manrique, con quien mantenía lo que entonces consideraba una «relación a distancia». "Cuando llegué me encontré con un hombre de 33 años, de apariencia normal, pero muy inteligente. Aunque no vi rastros de que pudiera ser lo que él afirmaba: 'El Enviado', alguien con mucho poder. Estaba tan manipulada que aun sin verlo, lo creía firmemente".