La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, acogió ayer la última sesión del juicio contra los policías locales de Torrevieja acusados de torturar a dos detenidos que habían entrado a robar a la casa de unos de un mando en junio de 2006. Doce años han pasado desde entonces por lo que la acusación tuvo que retirar ayer los cargos contra dos de los ocho implicados (siete son policías). A ambos se les imputaba un delito de omisión del deber de perseguir delitos al no denunciar el caso pese a que habrían sido conocedores de las supuestas agresiones, según el relato de hechos de la acusación.

El tiempo transcurrido desde que se denunció el caso hasta el juicio, que se ha ido dilatando en el tiempo al suspenderse hasta en seis ocasiones, ha obligado también, tanto a la acusación particular , ejercida por la Asociación pro Derechos Humanos de España, como a la Fiscalía, a rebajar la petición de cárcel a los cinco acusados por torturas de los dos años de prisión que se pedía al inicio del proces, a tan solo 17 meses.

La condena o no de los implicados depende en buena medida que el tribunal admita o no como prueba las grabaciones teléfonicas presentadas por la acusación. Las defensas han pedido en reiteradas ocasiones que no sean admitidas. En ellas, un mando de la Policía Local de Torrevieja reconocía que habían dejado a uno de los detenidos «reventao». Estas escuchas se obtuvieron en el marco de una operación paralela, que no llegó a nada, pero sirvió como prueba fundamental a la defensa, ya que las dos víctimas de las supuestas torturas no se han presentado a prestar declaración en las diferentes sesiones, lo que ha motivado algunas de las suspensiones del juicio. Estas personas residen desde hace años en Sudamérica.

Guardias civiles

Al margen de los testimonio de los guardias civiles que custodiaron a los detenidos en el traslado desde los calabozos de la Policía Local hasta el centro de salud en el que fueron atendidos por las lesiones -uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital por una costilla rota-, las únicas pruebas con que cuentan las acusaciones son estas cintas.

A otros de los implicados también se les imputa un delito de falsedad documental, al manipular, presuntamente, el atestado para atribuir las lesiones del detenido a una caída por las escaleras. No obstante, las grabaciones, exhibidas durante el juicio, recogen fragmentos como : «Tengo un problema. Hay un detenido aquí que han cogido robando esta mañana además en el piso de un policía y le han pegado una paliza, y ahora cuando lo vamos a llevar para el médico y al juzgado, está el tío 'reventao' por dentro (...) En el atestado no aparece que haya resistencia. Si yo llevo a este tío (al médico) con estas lesiones, vamos a tener problemas», continúa la conversación telefónica. Ahora, habrá que esperar a que el tribunal dicte sentencia. La defensa ha pedido la absolución.