«Se me fue la mano». Así trató de justificarse en su declaración ante el juez el pasado sábado el padrastro del niño de dos años ingresado el pasado jueves en la UCI a causa de una supuesta paliza por la que fue detenida la madre y su pareja sentimental. El arresto se produjo después de que llevaran al pequeño al Hospital del Vinalopó de Elche, donde ingresó en estado crítico, por lo que tuvo que ser trasladado a la UCI de Pediatría del Hospital General de Alicante. La pareja pasó a disposición judicial 48 horas después. Durante ese tiempo, la investigación policial se centró en determinar si el maltrato del que fue víctima el pequeño fue un hecho aislado.

Llorar

Así, los informes médicos remitidos por el Hospital General de Alicante, así como los testimonios de algunos vecinos de la pareja, que relataron que era frecuente escuchar llorar al niño, apuntan a que se trata de un delito continuado de maltrato. Las agresiones sufridas por el pequeño son tan graves, especialmente un puñetazo que causó un grave traumatismo, que tanto la acusación de la Fiscalía como el auto de prisión firmado por el Juzgado de Instrucción 4 de Elche, en funciones de guardia, los acusa de un delito de asesinato en grado de tentativa, debido a que el pequeño, por su corta edad, carecía de cualquier medio con el que defenderse.

La gravedad del delito que se les imputa es lo que llevó al juez a decretar la prisión sin fianza para la pareja. No obstante, se trata tan solo de la acusación provisional. El estado de salud del niño pende de un hilo, según ha confirmado el diario, ingresó en estado crítico, y su evolución ha ido ligeramente a peor en las últimas horas, tal y como confirmaron fuentes cercanas a la investigación.

Los facultativos también han encontrado marcas en el cuerpo de lesiones anteriores. Tanto la madre como su padrastro se negaron a dar más información al juez acerca de este maltrato. Ambos ofrecieron versiones contradictorias, lejos de aclarar lo sucedido, por lo que la fase de instrucción continúa para esclarecer la participación de ambos.

El juzgado también tomó declaración al padre del niño, que reside en Madrid y no estaba al corriente de lo sufrido por su hijo. Se trata de una familia desestructurada, según apuntaron fuentes cercanas al caso, por lo que no había ningún régimen de custodia que le hubiera permitido estar con el pequeño y descubrir qué le sucedía.

Antecedentes

El padrastro del pequeño, de 25 años, carecía de antecedentes penales, mientras que su madre tenía antecedentes por delitos menores, poco relevantes para el caso. Ahora, solo queda esperar a que ambos den algún detalle más de lo sucedido. Mientras tanto, lo realmente importante es el estado de salud del niño, que continua intubado mientras que los pediatras se encuentran haciendo todo lo posible por salvar su vida.