Los bomberos del Parque de Elche han rescatado esta tarde a un hombre tras caer por un terraplén a una altura de unos cuatro metros en el camí de la Ràpita, junto a la A-7. La víctima apenas podía hablar ni caminar, por lo que el Centro de Control de Emergencias lo ha mantenido al teléfono desde que llamó a dar aviso al 112, para poder localizarlo. En las labores de búsqueda ha participado la Policía Local de Elche, que gracias a las sirena del coche patrulla han podido delimitar el área de búsqueda, ya que el hombre daba por teléfono la orientación de por dónde y con qué intensidad escuchaba estos sonidos.

Ha sido un rescate laborioso, según han trasladado desde el Consorcio Provincial de Bomberos, pero finalmente ha podido ser evacuado en una cama nido y trasladado al SAMU, que lo ha llevado al hospital. En el dispositivo de emergencias han participado el vehículo de primera salida, el vehículo de jefatura y el furgón de útiles de los bomberos. Además, ha contado con el apoyo de la Policía Local de Elche y de una unidad de Soporte Vital Básico y otra del Servicio de Atención Médica Urgente, que ha sido quien lo ha trasladado al hospital.

Camión en la A-7

Este no ha sido el único rescate en las inmediaciones de la A-7 en Elche en las últimas semanas. En la madrugada del 8 de septiembre, un aparatoso accidente tras caer un camión con remolque desde la autovía hasta la calzada de circunvalación de Elche, la EL-20, dejó espectaculares imágenes tras prenderse fuego el vehículo a causa de la caída. Pese a lo aparatoso del accidente, el conductor pudo salir ileso, según ha informado la Policía Local de Elche.

Hasta cinco unidades de de bomberos del Consorcio Provincial se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Tres dotaciones de Elche, una del subparque de Crevillent, y otra de los bomberos de Alicante, ya que el accidente se produjo entre el término municipal de Elche y el de Alicante. El conductor pudo ser rescatado por los bomberos entre una sucesión de casualidades que lo hicieron salir ileso. Por suerte, no se registraron más daños, ni materiales ni personales, todo y pese a que el conductor cayó desde varios metros de altura y las llamas devoraron por completo el vehículo, que llevaba 30.000 kilogramos de pimientos que también ardieron.

Siete accidentes al día

La Unidad de Atestados de la Policía Local de Elche registró en el último año 2.461 accidentes. Una cifra que se encuentra al alza en los tres últimos años, creciendo alrededor de un 3% anual. Así, de 2015 a 2017 el número de siniestros ha subido un 8,7%, tras pasar de los 2.264 de 2015 a la cifra actual, de 2.461. Desde la Unidad de Atestados, su oficial, Roberto Santiago, asegura que el aumento del parque móvil y la recuperación económica, por un mayor número de desplazamientos al incrementarse la actividad comercial y los desplazamientos laborales, están detrás de estos datos. En cuanto a siniestralidad, hay una de cal y una de arena. Pese a que el número de accidentes se ha incrementado, las cifras de heridos han descendido en los últimos años, gracias al aumento de la seguridad pasiva en los automóviles y también por la concienciación de los conductores en cuanto a circular con el cinturón y otras medidas para salvaguardar su seguridad. Se trata de una bajada importante, pues en solo tres años las lesiones se han reducido en un 29%. El dato negativo se encuentra en el número de fallecidos, que, pese a que se ha situado en una media de uno o dos al año, el año 2017 fue especialmente fatídico, con tres muertos en las carreteras ilicitanas. En este punto, es necesario recordar que los datos de los que dispone la Unidad de Atestados pertenecen a las vías que son de su competencias, es decir, vías urbanas, y las interurbanas que son de titularidad municipal, como es el caso de la carretera de El Altet.

De los fallecidos, dos fueron motoristas, mientras que el tercero fue un peatón, lo que evidencia las estadísticas generales que apuntan a que estos dos grupos son los más vulnerables en cuanto a accidentes relacionados con la seguridad vial. La labor de la Unidad de Atestados pasa por investigar todos y cada uno de los accidentes, con el fin de determinar las causas, consecuencias y esclarecer las circunstancias del siniestro. Marcas de frenado, derrapes, posición en la que quedaron los coches, desperfectos materiales y un largo etcétera son todos los datos que las unidades recopilan para reconstruir el accidente. Una información que se coteja con aplicaciones informáticas «que solo reproducen aquello que es físicamente posible, por lo que, si hubiese algún valor erróneo, la aplicación no lo cogería». En cuanto a las causas, la mayoría de siniestros se producen por distracciones, y la mayoría de incidentes son alcances y choques laterales. En este sentido, el uso del móvil ha supuesto «una lacra en los últimos años», señala el oficial.

Estas investigaciones, que tienen carácter pericial, son especialmente importantes a la hora de resolver accidentes en los que se ha llevado a cabo una acción delictiva, como puede ser conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. En este sentido, la unidad abrió cerca de 600 casos en lo que se apreció una acción delictiva en cuanto a accidentes de tráfico se refiere.

Otro de los valores importantes de la Unidad, a la hora de registrar estadísticamente los datos, es el análisis exhaustivo que permiten hacer estas series estadísticas y que se utilizan para, por ejemplo, determinar los puntos negros de la ciudad, al concentrarse en un mismo lugar más de tres accidentes al año, cifra que sirve como base para establecer como tal ese punto negro. Y es que, como apunta el oficial, «de nada sirve tener estadísticas si luego no se analizan, se determinan las causas, y se actúa en consecuencia. Los datos han servido, por ejemplo, para ampliar grupos semafóricos, o para sacar a licitación la construcción de una rotonda en el cruce de la entrada al Hospital del Vinalopó. Un punto con una gran concentración de colisiones, debido a la falta de señalización de la zona.