Los dos alcaldes de Crevillent y Almoradí no quieren que se imparta la Religión Islámica en sus colegios. Los dos munícipes del PP mostraron ayer su rechazo a la propuesta que lanzó por sorpresa la semana pasada el conseller de Educación, Vicent Marzà, de que centros educativos de la Comunidad Valencian oferten, al margen de religión católica, la islámica y la evangélica.

Por lo pronto, el alcalde, César Asencio, expresó a través de un comunicado que no comprende los criterios que se han seguido para elegir Crevillent para este programa piloto y no otros donde también es elevado el número de población migrante que practica el islam. El gobierno popular insistió en que no tiene sentido que se imparta en los colegios esta asignatura «porque la población magrebí, que es numerosa, ya tiene una mezquita y un centro cívico islámico donde se imparte religión islámica y además el Ayuntamiento autoriza con total normalidad en espacios públicos, como en el Parc Nou, actividades públicas de oración».

También reprochó al gobierno autonómico la falta de comunicación hacia los responsables educativos de los colegios y reiteró que no hay demandas por parte de padres para implantar la asignatura.

Por su parte, la alcaldesa de Almoradí, María Gómez, enfatizó ayer su negativa a que se imparta la asignatura de Islam en los tres colegios públicos del municipio porque, según ella, no ha sido solicitada por la comunidad escolar y no se ha consensuado ni con los equipos directivos ni con las asociaciones de madres y padres de alumnos.

La regidora criticó la «improvisación» de la Conselleria de Educación y dijo que le parece «una falta de respeto» que se informe de este extremo cuando ya ha comenzado el curso. Por ello, exigió una reunión urgente al conseller para aclarar todo este asunto.

El Ayuntamiento calcula que el 12% de la población de Almoradí profesa el islam aunque no se tienen datos concretos de cuántos alumnos musulmanes están matriculados en la localidad, según indicó ayer Gómez durante una visita a los centros escolares.

La regidora señaló que los directores de los tres colegios públicos (Manuel de Torres, Canales y Martínez y Pascual Andréu) se enteraron precisamente ayer por vía oficial de las pretensiones de Conselleria tras recibir un correo electrónico que les informaba sobre ese extremo, aunque sin ninguna propuesta concreta.

Sin espacio

«Los directores dicen que no tienen espacio. Hablamos de centros educativos que agrupan 13 barracones y cualquier asignatura de más implica hacer desdobles y organizar al profesorado. No estamos hablando de xenofobia ni racismo ni nada de eso. Hablamos de que no se pueden venir con estas cuando ya ha comenzado el curso», prosiguió. Añadió que es tal la saturación que existe que este curso se ha derivado a alumnos al colegio de la pedanía de Heredades, que agrupa ahora a 67 escolares cuando el año pasado tenía 47.

La regidora espera poder reunirse con el conseller y con los responsables de la Dirección Territorial para abordar este asunto porque «la ley dice que se puede implantar si se solicita, pero aquí ningún colegio lo ha solicitado». «Para nuestra organización y por nuestra situación por falta de espacio es inviable. Estas cosas no se avisan de un día para otro», añadió.

Gómez explicó que hoy mismo está prevista una reunión con la inspección educativa. Ese encuentro se había fijado con anterioridad para abordar otras cuestiones pero servirá para «pedir explicaciones», puesto que la semana pasada hubo otra asamblea similar y nadie planteó este asunto. «Lo que necesitamos es que se construya ya el cuarto colegio y se dejen de improvisaciones e imposiciones. Es algo que no procede y menos cuando ya ha empezado el curso», concluyó la regidora.

Mientras, el secretario de Compromís por Almoradí, Mariano Ruiz, consideró que las declaraciones del gobierno bipartito (PP y Cs) , que «pide a Conselleria rechazar la aplicación de una ley estatal contiene el sustrato de un discurso peligroso que apela al odio entre ciudadanos».