Una noche de vandalismo en Santa Pola acabó con tres jóvenes ilicitanos, dos de 17 años y uno de 18, entregándose junto a sus padres en las dependencias de la Guardia Civil en la villa marinera. Los protagonistas de esta historia se asustaron tras comprobar el revuelo que se había montado después de que publicaran en las redes sociales unos vídeos en los que destrozaban los retrovisores de nueve coches en Santa Pola. Así que acudieron a la comisaría de la Guardia Civil, acompañados por sus progenitores, para que el asunto no pasara a mayores. Ahora se les imputan nueve delitos de daños.

Fueron detenidos por su acción, se les tomó declaración y después fueron puestos en libertad con cargos. En el caso de los dos menores de edad, su situación ha sido remitida a la Fiscalía de Menores de Alicante, mientras que, en el caso del que ya ha cumplido los 18 años, serán los juzgados de Elche los que se ocupen del asunto. La Guardia Civil había conseguido identificarlos en apenas 24 horas pero se estaba pendiente de obtener sus direcciones completas. Finalmente, no ha hecho falta esta última labor, ya que han sido los propios jóvenes los que se han entregado.

De los nueve coches que han dañado, como se puede comprobar en los propios videos que ellos publicaron como historias en Instagram, ya han sido valorados dos, con daños estimados en 16.000 euros. Los otros siete están todavía pendientes de valoración. Las imágenes en la red social no dejan lugar a la duda. En una de ellas, por ejemplo, se puede ver al autor del vídeo decir «¡Dios nene, se lo ha cargao, se lo ha cargao!» después de que un compañero de aventuras destrozara el retrovisor de uno de los vehículos estacionados en la vía pública de Santa Pola.

En otro de los vídeos un espejo acaba destrozado de un puñetazo mientras los jóvenes ríen y escuchan música durante la madrugada. Dos de los jóvenes, por turnos, se dedicaron a romper los espejos y sus vídeos han circulado a través de las redes.