Las palomas han tomado hoy el barrio de El Toscar. Los vecinos así lo denuncian, asegurando que durante las últimas horas se las aves han aparecido por la zona, llenándolo de suciedad.

Este no es un problema nuevo en la ciudad. Hace unas semanas el edil de Sanidad, Carlos Sánchez, ya admitía que se había intensificado el trabajo de la empresa de control de plagas para tratar de reducir el número de palomas de la ciudad. En este sentido, desde el Ayuntamiento se están estudiando fórmulas para tratar de reducir la presencia de palomas, después de localizar varios focos a lo largo del casco urbano. Esta mañana se veía un grupo importante sobrevolando el puente del Ferrocarril, en dirección al Moli Real.

Medidas

Concretamente, hace unas semanas el Ayuntamiento indicaba que se invierten al año 40.000 euros para tener más o menos controladas la plagas de palomas, que pueden generar más de un problema en la ciudad. En lo que va de año la Concejalía de Sanidad estima que se han capturado unos 800 ejemplares, que después han sido sacrificados. La cifra más cuantiosa se ha registrado en el últimos mes, cuando los servicios contratados por el Ayuntamiento para controlar la sobrepoblación de palomas han conseguido capturar 115 ejemplares.

Con el paso de los años, explica el concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, «han aumentado los focos donde se concentra el mayor número de palomas, que ya no están sólo en el Parque Municipal». En este sentido, el Ayuntamiento tiene controlados seis puntos de la ciudad donde se considera que hay focos de palomas, y que son el Parque Municipal, el entorno del Palacio de Altamira y el MAHE, el entorno del colegio Miguel de Unamuno, el barrio de San Antón, la zona del jardín de Andalucía y el barrio de Casablanca.

El control de plagas de palomas se lleva a cabo durante todo el año. De hecho, el Ayuntamiento cuenta con una jaula para atrapar las palomas que se va moviendo de ubicación, y que maneja la empresa contratada para llevar a cabo el control de plagas, que cuenta con más medios complementarios. Una vez que se cazan las palomas se llevan a un centro especializado donde, explica Carlos Sánchez, «se les aplica una eutanasia legal».

La sobrepoblación de palomas puede generar varios problemas. Uno de ellos es que se comen los cebos para controlar otro tipo de plagas, pero lo que más preocupa a las administraciones es el efector de sus excrementos, que suelen dañar monumentos públicos, como es el caso en Elche del Palacio de Altamira o la basílica de Santa María en el centro. También generan problemas en instalaciones fotovoltaicas, como ha llegado a pasar en el colegio Garrofers, recuerdan desde el Ayuntamiento.

Los vecinos suelen incrementar sus quejas cuando las palomas se hacen las dueñas de los árboles de sombra, y, por consiguiente, resulta imposible estar debajo, por el impacto de sus excrementos.

Entre los proyectos en los que se está trabajando en el área municipal de Sanidad para hacer frente a este problema está utilizar un pienso esterilizante para palomas. El edil Carlos Sánchez explica que «se trata de un pienso que ya se ha empezado a utilizar en otras ciudades, y la empresa que se encargar del control de las palomas va a intentar utilizarlo en Elche, una que vez sepamos el coste que va a suponer».

De esta forma, desde la Concejalía de Sanidad siguen buscando fórmulas para tratar de acabar con una plaga que, advierten, cada vez es mayor debido a que muchas personas dejan alimento en la vía pública para las palomas. Personas que esparcen restos de pan o pienso con la mejor de sus intenciones, pero que en realidad están contribuyendo a la propagación de una plaga de animales, que muchos llaman las ratas del aire, y que suponen al cabo del año un importante desembolso para las arcas de la administración.