Los juzgados de Primera Instancia de Elche registran cada día una media de una decena de solicitudes de desahucios, la inmensa mayoría derivados de impagos de alquileres. Mientras que en los años más fuertes de la crisis los desalojos fueron provocados en buena parte por el impago de las hipotecas, la tendencia ha cambiado, y ahora es el impago de alquileres lo que motiva las demandas. Al tratarse de conflictos entre particulares, y no por los bancos, el trámite es algo más sencillo, ya que se reducen los márgenes de negociación y las prórrogas, y son más sencillos de ejecutar. La negociación entre particulares también es más sencilla, por lo que muchos se resuelven antes de proceder a la ejecución de las sentencias.

De hecho, de la decena de casos diarios que están programados en el Servicio Común de Notificaciones de la Ciudad de la Justicia de Elche, suele llevarse a cabo poco más de la mitad, ya que, previamente, se ha podido llegar a un acuerdo, se ha pospuesto el desalojo, o los implicados han abandonado el piso por su propia voluntad.

Sin embargo, esta situación se ha convertido en un problema para muchos propietarios, que ven cómo dejan de percibir las cuantías del alquiler durante meses, pues el trámite judicial se demora varios meses.

En estos casos, plataformas como Stop Desahucios no intervienen, pues ellos tan solo tramitan desahucios relacionados con impagos de hipotecas bancarias. Si bien es cierto que estos últimos se han reducido con respecto a otros años, ni mucho menos han desaparecido. Las negociaciones con los bancos suelen llegar a buen pie, señalan desde la plataforma, aunque solo sea por evitar la «mala prensa». El problema radica en que muchas de estas deudas han sido vendidas a lo que llaman «fondos buitre», de capital extranjero en la mayoría de ocasiones, y es muy difícil negociar con ellos o tratar de llegar a un acuerdo, ya que lo que quieren es «recuperar el dinero lo antes posible, poniendo a la venta los inmuebles o especulando con ellos», señalan desde la plataforma ilicitana.