Sobre los recelos a la oferta del Islam en algunos centros, el conseller de Educación, Vicent Marzà, aseguró ayer en Alicante que la mitad de los diez centros donde se baraja implantarlo están en la provincia, en concreto en Crevillent y Almoradí, aunque no se decidirá hasta saber la demanda real de alumnado a mediados de septiembre: «No es una imposición sino un derecho», precisó. No obstante, por el momento, los dos ayuntamientos desconoce de forma oficial que han sido elegidos para este plan piloto. Sus alcaldes, César Asencio y María Gómez, se han mostrado molestos por este hecho.

Marzá también insistió en la política del Consell de «no duplicar la oferta educativa con dinero público»y, por tanto, recurrir todas las sentencias del TSJ que le obligan a devolver los conciertos de Bachillerato.

Signo

Mientras Puig apelaba a la colaboración de los ayuntamientos en el Plan Edificant para «acabar para siempre con las instalaciones precarias», el alcalde reclamaba centros «dignos» independientemente del signo político del gobernante de turno y Marzà concretaba que este curso son 4.000 los alumnos en barracones «por situaciones de excepción y puntual, con un proyecto de nuevas instalaciones» -como La Cañada, dijo-, poniendo el acento en que cuando eran 8.000 hace 3 años. El conseller aseguró que el próximo lunes, día 10, alumnos de Ibi, San Fulgencio y Orihuela dejarán atrás los barracones.