La joven rescatada de una secta de Perú, Patricia Aguilar, ha hablado, un mes después de su regreso a Elche, su ciudad natal. La ilicitana ha reconocido en El Periódico que vivió "una pesadilla" y que tuvo "una depresión horrible" mientras estuvo en la organización liderada por Manrique.

La joven de 19 años, ha asegurado que "tiene que quedar claro que Steven es muy peligroso. Si sale de la cárcel, no habrá una sola adolescente, una sola mujer que esté a salvo en ningún país del mundo".

También ha afirmado que en el grupo de mujeres, captadas también por el líder de la secta, "ha habido violaciones, malos tratos y amenazas".

Como si de una historia de película con final feliz se tratara, Patricia Aguilar accedió el pasado mes de agosto a regresar por voluntad propia a España tras la pesadilla que ha vivido a lo largo del último año y medio en la selva peruana, lugar al que se desplazó tras ser captada por el líder de una secta, Félix Steven Manrique, a través de las redes sociales.

No obstante, la familia ha preferido salvaguardar la intimidad de Patricia durante sus primeros días en España, y no quiere confirmar el lugar en el que se encuentra, con el fin de protegerla de la presión mediática, por el interés que despierta su caso.

El hecho de que haya podido abandonar el país sudamericano con su bebé en brazos ha supuesto una noticia muy positiva para el desenlace de este caso, ya que uno de los grandes escollos para su regreso pasaba por la nacionalidad peruana del recién nacido.

La protagonista de esta historia fue encontrada el pasado 4 de julio, sola y al cuidado de varios menores, entre ellos el propio bebé que había tenido con Manrique, en una vivienda completamente destartalada en una de las zonas más peligrosas de la selva de Perú. La joven se marchó de su casa el 7 de enero de 2017 después de que el líder de la secta la convenciera por internet para que huyera y se uniera a él, en un proceso que duró unos dos años. Su padre, Alberto Aguilar acudió al país peruano para agilizar la investigación y fue decisivo para rescatar a su hija.

Desnutrida, con muy mal aspecto, en mitad de la selva en una zona conflictiva y con una hija que nadie sabía que tenía, y que nació el pasado 28 de mayo. Así fue rescatada Patricia Aguilar, la joven ilicitana que desapareció hace un año y medio tras ser captada por una secta satánica peruana. En este país fue liberada por las autoridades estatales, gracias a una operación dirigida por la Fiscalía de Trata de Personas del país. El problema, tras su liberación, pasó por conseguir salir de Perú. Patricia se encontraba en una situación irregular, ya que a afectos legales era una inmigrante sin papeles, y tener una hija de nacionalidad peruana complicó aún más el caso, al tratarse de una menor.

La investigación que permitió liberar a la joven ilicitana se inició hace casi un año, según señaló ayer la familia de la chica, como fruto de la insistencia y las pesquisas previas que realizaron sus seres queridos. De hecho, el padre de la joven, Alberto Aguilar, viajó hasta Perú el pasado 7 de junio para acelerar la investigación, y estar presente en el momento en el que la joven fuera liberada.

La operación policial permitió también detener a Félix Steven Manrique, el líder de la secta satánica conocida como «Gnosis», la cual respondía a las órdenes del mencionado gurú, autoproclamado como uno de los siete «reyes creadores» y que se hace llamar a sí mismo príncipe Gurdjieff. Patricia estaba sola y tenía a su cargo a cinco menores de edad. Las autoridades la encontraron «muy desmejorada», tal y como confirmó la familia, «en una zona peligrosa por el narcotráfico». También se liberaron a otras dos mujeres, una de ellas en avanzado estado de gestación, que «cuidaban» al líder.