Los vecinos del barrio de San Antón llevan años denunciando la ocupación ilegal de bloques enteros, lo que genera problemas de seguridad ciudadana y la intranquilidad de los residentes por el futuro de sus viviendas, ya que viven con el temor de que sus casas sean asaltadas por okupas y perder su hogar. Los okupas revientan las cerraduras, las sustituyen o, en el peor de los casos, colocan cadenas y candados.