En el Camp d'Elx se cultivan cada año millones y millones de granadas, en especial de la Granada Mollar de Elche, reconocida por la Denominación de Origen. Sin embargo, no todos los frutos acaban en los mercados a causa de los daños que produce el exceso de sol, que daña el fruto y lo deja inservible para la venta al público. Para tratar de atajar este problema agricultores de la cooperativa Cambayas han puesto a prueba un sistema importado desde Israel para que los árboles crezcan en forma de paraguas y que las ramas protejan a los frutos de los rayos del sol.

«Puede ser un gran avance», reconoce el presidente de la Denominación de Origen Granada Mollar de Elche, Francisco Oliva, aunque los resultados, indica el gerente de Cambayas, José María Martínez, se verán más adelante, «conforme los árboles crezcan con la forma deseada».

Este sistema ha sido importado al Camp d'Elx desde Israel, donde también es importante el cultivo de granados. Hasta allí se trasladó el pasado invierno un técnico de la cooperativa de Cambayas con el fin de comprobar sobre el terreno el funcionamiento de este método que ahora se está probando en el término municipal ilicitano.

El sistema consiste en colocar postes de hierro con dos brazos en forma de «V». A estos se enganchan alambres que recorren toda la hilera de árboles. El objetivo es que las ramas crezcan sobre los alambres de forma que los frutos caigan por debajo y no reciban de forma directa los rayos del sol, que manchan los frutos.

Por el momento, explicó José María Martínez, «se están probando en varias plantaciones adultas, pero lo ideal será ver cómo crecen árboles jóvenes con este sistema, ya que será más fácil encaminar sus ramas».

El sistema se ha adoptado a modo de ensayo en varios terrenos, donde se cultivan distintas variedades de granada, pero a nadie se le pasa por alto que este sistema sería todo un adelanto para la mollar, la más valorada por los agricultores y el mercado.

Desde la Denominación de Origen Granada Mollar de Elche ven con buenos ojos este ensayo, ya que destacan que el efecto de los rayos del sol sobre los frutos es uno de los temas que preocupan a los productores.

De hecho, explicaba Francisco Oliva, hay quien ha probado a embolsar granadas, como si de racimos de uva se tratase, pero al final la mano de obra necesaria para embolsar las granadas una a una hacen este método muy costoso y, por lo tanto, no se ha extendido entre los cultivos de granados.

La esperanza para aumentar los beneficios de uno de los frutos estrella del Camp d'Elx está puesta, así las cosas, en el resultado de este ensayo, que se suma a otros que se realizan en el campo para, por ejemplo, obtener nuevas variedades de granadas, con el fin de poder abastecer los mercados durante toda la temporada.

Estos días ha empezado a recogerse la granada valenciana y a finales de mes y principios de octubre llegará el turno de la mollar, que es la que más se cultiva en los terrenos de Elche, así como en otras localidades del sur de la provincia.