Por dos euros al día, como mucho tres, será posible montar un negocio en los mercados municipales de Elche. Con este reclamo pretende el Ayuntamiento ocupar los puestos libres que quedan en las instalaciones de la plaza de Barcelona y de Madrid. Sin embargo, no bastará con querer montar una frutería o pescadería tradicional. La idea es que en estos espacios tengan cabida negocios innovadores u originales.

Desde librerías que venden al peso los ejemplares, escuelas de cocina, salas de teatro o tiendas de segunda mano.... son algunos de los ejemplos que ya se extienden entre los mercados más populares y emblemáticos de todo el país. En el de San Miguel, de Madrid, de Sevilla, Valladolid o el de Santiago de Compostela se ha fijado el Ayuntamiento ilicitano para importar esta idea.

La Concejalía de Mercados, dirigida por Carlos Sánchez, ha comenzado ya a buscar esos nuevos negocios que quieran hacerse con un hueco entre los puestos de toda la vida, pero con fecha de caducidad. La intención del equipo de gobierno es que la actividad económica pueda ejecutarse durante seis meses, con la posibilidad de prorrogarla a otros tres más. Con ello, el propósito es que, a partir de octubre puedan comenzar a llenarse esos 18 puestos libres que permanecen sin ocupar, algunos durante un largo tiempo. Una vez que acabe el plazo establecido, desde el Ejecutivo local apuntan a que estudiarán si se les puede dar continuidad y cómo regularlo.

Por el momento, hasta el 20 de septiembre hay de plazo para presentar las propuestas, a través de la Oficina Municipal de Atención al Ciudadano (Omac) o en la Concejalía de Aperturas, que después serán estudiadas por una comisión técnica. Tendrán más puntuación los proyectos de personas discapacitadas, jóvenes y desempleados, así como los que vendan productos ecológicos del Camp d'Elx.

La apuesta municipal pasa por atraer a los mercados municipales a la gente y llenarlos de vida, además de acabar con la mala sensación que dejan los puestos vacíos, tal y como señaló ayer el edil Carlos Sánchez. El responsable del área aseguró que ha habido consenso con los placeros para poner en marcha esta iniciativa, que, según el Ayuntamiento, estaba contemplada en la ordenanza municipal, pero que hasta ahora no había sido explotada.

Sánchez reconoció que tiempo «ha habido para abrir pescaderías o puestos tradicionales, pero no se ha conseguido». Ahora, ante las dificultades para montar un negocio por los altos alquileres, el Ejecutivo local ha optado por ofrecer esta alternativa y probar suerte como han hecho otros rincones del país, donde los salazones, el pescado y la fruta conviven con hasta servicios de asesoramiento web.