El arte urbano de J. Demsky no conoce fronteras. Este ilicitano ha llevado sus creaciones a salas de arte de Estados Unidos, México y otros países europeos y también cuenta con un tirón muy importante en China. Prueba de ello es que acaba de pintar el mural más grande en el país asiático, una obra gigante de 1.900 metros que decora la fachada del canal de televisión Mango TV, una cadena que conecta con el público joven y que ha entendido que la mejor forma de llegar a los adolescentes es gracias a la creatividad de este ilicitano.

Antes de que Demsky y sus ayudantes acabaran su obra más reciente, el mural más grande de estas características en China era de 900 metros cuadrados, mil menos que el suyo. El ilicitano ha estado apoyado por cuatro integrantes del equipo de artistas de Hong Kong HK Walls, una firma que, como su nombre indica, se dedican a pintar muros. Para realizar este trabajo han necesitado tres grúas, que han estado utilizando durante las dos semanas que ha durado su tarea artística.

Con temperaturas superiores a 40 grados, Demsky y sus ayudantes pintaban por la noche, a partir de las 19 horas, cuando se ponía el sol. «Estábamos hasta las cinco o seis de la mañana pintando con luces artificiales. Son mejores las naturales porque las otras provocan sombras que entorpecen el trabajo», recuerda.

El espray que siempre le acompaña en sus obras y la pintura con base de agua han sido los elementos utilizados por Demsky para pintar este mural en la ciudad china de Changshá, en la provincia de Hunan. No es la primera vez que conquista el país asiático con su arte, ya que el pasado año pintó un edificio de 15 metros de alto en una pequeña pedanía de Nanxian, una intervención que coincidió con la celebración de un festival local de cultura y gastronomía.

La única prohibición que le hicieron para pintar es que no utilizara el color blanco, ya que en la cultura china está directamente relacionado con la muerte. «Mi arte no busca transmitir temas o historias, no lanzo un mensaje a través de él. Para mí priman más la composición de los elementos y la estética que el fondo de querer contar algo. Si transmito algo, lo hago a través del espacio y de las formas geométricas», comenta un ilicitano que ya ha conseguido, por ejemplo, exponer su obra en algunas de las principales capitales del arte de Estados Unidos, como son los casos de Nueva York o Miami.

A Demsky le surgió la oportunidad de realizar esta gigante obra gracias a una proposición que le hizo el equipo de creadores de Hong Kong. La cadena Mango TV barajó los nombres de más de cincuenta artistas, tanto asiáticos como europeos, para que firmaran su proyecto y finalmente se decantó por el talentoso ilicitano, avalado por su trayectoria. Su tipo de trabajo encajaba con el aire de modernidad que transmite esta televisión entre los más jóvenes del país y para la inauguración prepararon un gran espectáculo que sorprendió hasta al propio protagonista de esta historia.

Uno de los mercados más potentes del mundo supone una oportunidad enorme para un artista como Demsky, aunque el cambio cultural dificulta la tarea de adentrarse en él. «Es complicado darte a conocer porque sus redes sociales son diferentes y el consumo de internet que hacen es completamente distinto. Sus medios de comunicación o su idioma también son otras barreras importantes», reflexiona un creador que ya piensa en pintar en Shanghái próximamente.