Unas tímidas gotas de lluvia al principio y ya luego de forma más copiosa han deslucido finalmente la procesión entierro de la Virgen de la Asunción que, desde las diez de la mañana, se ha iniciado desde la basílica de Santa María y que ha tenido que acelerar su ritmo habitual debido a las precipitaciones.

Cientos de fieles y curiosos han estado acompañando y mostrando sus respetos a la Patrona, después de ser velada en la noche de la Roà. Autoridades locales y devotos participaban en esta comitiva encabezada por las distintas delegaciones festeras, salpicada también de tracas y cohetàs, aunque menos de las habituales.

El obispo Jesús Murgui, como es costumbre, y, por sorpresa, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, entre otros, también se encontraban participando en esta procesión donde apóstoles y judíos son los primeros en acompañar a la Patrona. Un helicóptero de la Policía Nacional ha estado sobrevolando la zona antes de partir la procesión.