Elche ha conseguido estabilizar el tradicional peligro que presentaba la Nit de l'Albà. Esto es lo que reflejan los datos de heridos facilitados ayer, los mejores en más de una década. 38 personas tuvieron que ser atendidas por diversas lesiones tras el espectáculo pirotécnica, siendo una niña de 5 años la que más daños sufrió por culpa de las heridas que le provocó en la cabeza la caída de una caña voladora. Por este motivo tuvo que ser trasladada de urgencia hasta el Hospital General de Alicante, donde la pudo atender un anestesista infantil de guardia, dadas sus condiciones de edad y peso.

En primer instante la menor fue atendida en el Hospital General Universitario de Elche, y posteriormente remitida a la unidad pediátrica de referencia, que se encuentra en el Hospital General de Alicante. La herida en la cabeza de la niña no reviste mayor gravedad en estos momentos, una vez producida la intervención inicial, según los datos que hizo públicos ayer el propio alcalde, Carlos González, en una comparecencia en la que estuvo acompañado por el concejal de Seguridad y Fiestas, Pepe Pérez, los directores médicos de los hospitales General de Elche y del Vinalopó y el intendente general jefe de la Policía Local.

Los motivos de las lesiones de este año han sido los siguientes: catorce por carretillas, ocho por caídas de cañas y 16 por otras cuestiones relacionadas con el uso de material pirotécnico. «Además de agradecer el comportamiento cívico de los ilicitanos, quiero destacar el trabajo del dispositivo de emergencias y la labor del personal sanitario», manifestó ayer un González que también valoró la Nit de l'Albà como «espectacular y esplendorosa», pese a incidentes como el de la cohetà que impidió oír el Gloria y el Aromas Ilicitanos.

Del total de 38 personas heridas, salvo la niña que fue trasladada a Alicante, todas presentan heridas leves, fueron tratados en su momento y dadas de alta. En los casos en los que necesiten una atención en los días posteriores, la recibirán en los diferentes ambulatorios de la ciudad. La primera herida fue atendida sobre las 19.45 horas en el punto de atención sanitaria de El Toscar, siendo la más pequeña de todas, una niña de un año cuya lesión no revestía gravedad. La mayor de las atendidas, por los servicios de DYA, fue una mujer de 70 años, que sufrió el impacto del tronco de una caña.

Los datos de heridos de la Nit de l'Albà de los últimos dos años han sido de 46 y 43 lesionados en 2016 y 2017, respectivamente, lo que supone ocho y cinco afectados más que durante el espectáculo pirotécnico celebrado este año. «Las cifras se van reduciendo y esto es consecuencia del comportamiento cívico que muestra nuestra ciudadanía», manifestó ayer el alcalde ante los medios de comunicación. Más de 6.000 kilos de pólvora fueron utilizados en la noche, sumando los 2.000 procedentes de la aportación municipal y los 4.300 que fueron comprados por particulares.

Si se atiende a los datos de heridos echando la vista más atrás, hasta 2006, las estadísticas de lesionados son las siguientes: 54 en 2015, 63 en 2014, 39 en 2013, 101 en 2012, 131 en 2011, 99 en 2010, 146 en 2009, 120 en 2008, 123 en 2007 y hasta 165 en el año 2006. En cuanto al balance pormenorizado de este 2018, de los 38 heridos cuatro fueron atendidos en el Hospital de Elche, 24 por los servicios de DYA, cinco en el punto de atención sanitaria de Altabix, cuatro en el punto de atención de El Toscar y uno en el Hospital del Vinalopó. Por su parte, ni Cruz Roja ni el punto de atención sanitaria que está situado en El Altet tuvieron que atender a ningún paciente.

Estos números confirman que en Elche quedan cada vez más lejanos los tiempos en los que los heridos se contaban por cientos y en los que los centros sanitarios, incluso los de Alicante, tenían que trabajar a marchas forzadas por culpa de las quemaduras producidas por la pólvora y otras lesiones derivadas de la intensa actividad pirotécnica que se vive en la ciudad durante la Nit de l'Albà, una de las jornadas en las que mas ilicitanos y visitantes se echan a las calles.