«Ya está en España», poco más contó ayer Noelia Bru, la portavoz de la familia, del regreso a nuestro país de la joven ilicitana Patricia Aguilar, lo que se había confirmado el pasado viernes y que ellos pretendían mantener en secreto. La joven ilicitana fue captada hace año y medio por una secta peruana cuyo líder, ahora en prisión, es el padre del hijo que ha tenido durante su encierro en plena selva. Aislar a Patricia es el único objetivo de la familia porque tiene ante sí una lenta recuperación. Desde que aterrizó ayer de madrugada en el aeropuerto de Barajas tras un vuelo de doce horas procedente de Lima, nada se sabe de su paradero, pero cuenta con respaldo para ese choque emocional que le supondrá el reencontrarse con lo que era su vida hasta el 7 de enero de 2017, cuando desapareció.

Alberto, el padre coraje de esta historia, acompañaba a la muchacha de 19 años y a su bebé. Él ha sido en Perú la persona que ha conducido a las autoridades hasta la choza en la cual se encontraba su hija cuidando de varios menores, además de su bebé, en unas condiciones deplorables y desnutridos. Precisamente, el poder regresar a España con el pequeño, para lo cual era precisa la autorización del Gobierno peruano, ha sido el último escollo que debían salvar. No ha sido fácil pues han tardado un mes. En ello han contado con el respaldo callado del Ayuntamiento, donde nadie quiere hablar ni colgarse medallas en esta historia con final feliz. El diario sí confirmó que el alcalde, Carlos González, ha estado pendiente de este caso desde el primer día y ha mantenido numerosas conversaciones telefónicas con el padre desde hace meses, incluso cuando la Policía apartó de los expedientes a resolver esta desaparición por tratarse de un adulto.

El hecho de que mañana lunes la familia haya anunciado que ofrecerá en el Ayuntamiento de Elche una conferencia de Prensa en la que, evidentemente, Patricia no estará, demuestra a las claras la sintonía o agradecimiento, como se quiera ver, entre el regidor y la familia. A priori, a la comparecencia acudirá Noelia Bru y la letrada María Teresa Rojas, de SOS Desaparecidos, la organización que dio consuelo a su padre cuando casi nadie creía que podía ser víctima de un secuestro cuando teóricamente se había ido voluntariamente. A la comparecencia también acudirá Alberto Aguilar. Quieren dar explicaciones y, al mismo tiempo, dar carpetazo a una historia. Volver al anonimato de una familia más que quiere pasar página.

El padre de la joven de Elche Patricia Aguilar la rescata de la secta en la que estaba en Perú

El padre de la joven de Elche Patricia Aguilar la rescata de la secta en la que estaba en Perú

Documentación

El Ayuntamiento de Elche ha colaborado estas últimas semanas para enviar documentación a través del departamento de Servicios Sociales a fin de obtener el plácet de las autoridades peruanas para la salida del bebé del país, lo que no era fácil, porque el caso sigue abierto. De hecho, Félix Steven Manrique, el líder de la secta y padre del niño, que fue detenido en compañía de dos mujeres, supuestamente víctimas también de la secta -una de las cuales también estaba embarazada-, se encuentra en prisión preventiva por un periodo máximo de nueve meses; es decir, puede salir antes. Tras su ingreso en la cárcel el pasado mes de julio, el magistrado dictó un plazo de cuatro meses para que las partes aleguen lo que consideren. La pesadilla, en este sentido, no ha acabado para la familia que ahora tiene que hacer valer sus derechos. «Por privacidad y dadas las circunstancias en las que ha estado la joven en año y medio ni daremos información», explicaba la letrada el viernes tratando de contener la avalancha de medios que quieren conocer la historia de una joven víctima a una secta y de un padre coraje que ha luchado contra todo y contra todos para rescatarla.

Patri, como la conocen sus familiares, ha vuelto a España en plenas Fiestas de Elche, seguro que mañana lunes estará viendo la Nit de l'Albà, el momento más mágico del año para cualquier ilicitano y en el que durante 45 minutos el cielo de la ciudad se llena de palmeras y estrellas que anuncian que llegan los días grandes de la patrona y con ello, mañana, comenzará a recuperar su vida.