Abrumado por todo lo que ha vivido a lo largo de los últimos meses y por el enorme interés mediático que ha despertado el caso protagonizado por su hija. Así se presentó ayer el padre coraje de Patricia Aguilar, Alberto, en el Ayuntamiento, donde compareció ante los medios para explicar cómo ha sido el proceso de regreso a España, que se culminó felizmente el viernes, y el estado de salud que presentan tanto su hija como la bebé que ha tenido con su captor, Félix Steven Manrique, y que ha sido registrado con sus apellidos.

Alberto Aguilar compareció en compañía de la prima de Patricia y portavoz de la familia, Noelia Bru, y de la abogada de SOS Desaparecidos, Maite Rojas. El entorno de la joven mostró en la comparecencia su preocupación por la «falta de leyes que legislen casos» como el que a ellos les ha tocado vivir durante el último año y medio, desde que la protagonista de esta historia abandonara su domicilio con destino a Perú el 7 de enero del pasado año, después de que Manrique estuviera cerca de dos años captándola mediante la utilización de las redes sociales.

«Estamos muy bien, muy felices y encontrándonos», aseguró sobre las primeras horas que han vivido en España. Alberto Aguilar reiteró que su hija ha regresado por voluntad propia y que la joven tenía clara esta decisión desde que se reencontró con su progenitor en el país andino, por más que algunas informaciones que se publicaron en primer momento apuntaban en dirección contraria. «Aquí estoy yo para oírla, entenderla y no cuestionarla», añadió en su comparecencia en la sala del Consell del Ayuntamiento ilicitano.

Con las emociones a flor de piel y el bombardeo de preguntas de las televisiones nacionales, que emitieron la rueda de prensa en directo en sus magacines matinales, Alberto Aguilar calificó el proceso por el que han pasado como «muy fuerte». «No saber si Patricia se encontraba viva o muerta era algo frustrante para nosotros. En el momento en el que la localizamos, sentí que una parte importante del trabajo estaba hecha, pero todavía queda mucho por delante», confesó en referencia a las pruebas que están recabando para que Manrique sea condenado.

Su sobrina y portavoz de la familia, Noelia Bru, quiso ayer hacer hincapié en la lucha que piensan mantener para que no se repitan más casos como el que le ha tocado vivir a su prima. «Hacen falta leyes para acabar con las sectas. Hay que colaborar con las asociaciones de desaparecidos y no denunciar solo cuando pasen 24 horas», apuntó Bru, al tiempo que quiso agradecer de nuevo la labor que han mantenido para una resolución positiva de esta historia tanto los medios de comunicación como el Ayuntamiento de Elche, una ciudad que ha recibido a la joven en plenas fiestas patronales.

Uno de los puntos que reivindicó la familia de la ilicitana fue el de la petición de respeto a la privacidad de Patricia Aguilar, una joven que todavía se está recuperando de una experiencia traumática y a la que su entorno quiere proteger para que no se vea sometida al acoso mediático. «Ella es la víctima de esta historia y tiene que retomar su vida. Ahora le está chocando haberse convertido en el centro de atención», apuntó la portavoz familiar.

Sobre el futuro a corto plazo de Patricia Aguilar su padre desveló que quiere retomar los estudios y hacer una vida normal, aunque aún está dando los primeros pasos para recuperar la calma.