Las noches de las fiestas patronales siguen pasando y los problemas con el alcohol y su consumo entre los menores no desaparece, al contrario, va a más. En las tres primeras noches de las fiestas ya se superaron el centenar de actas de la Policía Local, con las más de sesenta que se levantaron durante la madrugada del jueves al viernes. 26 de ellas fueron formuladas por orinar en la calle, mientras que 22 fueron por el consumo de estupefacientes, a las que hay que sumar las quince intervenciones de alcohol a menores durante los controles que se aplican. De la misma manera, los agentes tuvieron que intervenir en dos peleas, sin que hubiera que lamentar males mayores.

En la misma línea que en las noches anteriores, se registró una nueva denuncia a un establecimiento comercial por la venta de alcohol a menores de 18 años y cuatro por vender fuera del horario permitido. El problema que está encontrando el Ayuntamiento en este contexto es que no puede cerrar estos establecimientos infractores, a los que se estudia aplicar penas más duras en caso de reincidencia, porque el cierre de locales depende de Gobernación, por lo que, lo más probable es que cuando llegue una respuesta ya hayan finalizado las fiestas.

El Grupo de Apoyo a Operaciones continúa con su labor de vigilancia en los principales focos de molestias vecinales e infractores, sirviendo de apoyo a la Brigada Nocturna durante unos días en los que la carga de trabajo es muy intensa. El entorno del parque Jaume I sigue siendo la zona de mayor concentración de jóvenes para realizar botellones masivos, aunque otros emplazamientos de la ciudad también requieren de una vigilancia estrecha, como son los casos de la Universidad Miguel Hernández, donde este año se ha llevado el montaje de la Barraca Municipal, o en las inmediaciones del Centro de Congresos.

Las estadísticas que deparó la madrugada del miércoles al jueves, por su parte, también fueron bastante alarmantes, con 46 actas por drogas y orinas en la calle, la incautación preventiva de 19 botellas de alcohol a menores y la denuncia a seis establecimientos por la venta de bebidas de alta graduación a los adolescentes. Los establecimientos infractores siguen abiertos porque la decisión corresponde a Gobernación, y no es rápida, y no al Ayuntamiento, que carece de competencias para ellos.

Ante los problemas que degeneran de la ingesta de alcohol, sobre todo por parte de los más pequeños, el Ayuntamiento pone campañas en marcha para minimizar sus efectos, como es el caso de la que ayer presentó la Concejalía de Juventud sobre la concienciación para un consumo responsable. Esta iniciativa, bautizada como «Vida súbita», ha contado con la participación del joven Aarón Soler, quien sufrió una parada cardiorespiratoria mientras jugaba a fútbol.

El concepto de esta campaña hace referencia a que se puede vivir con gran intensidad sin la necesidad de tener que emborracharse y a que no es imprescindible recurrir al alcohol para pasarlo bien.