La batalla y el fuego fueron dos de los protagonistas de la entrada cristiana. Los Boscos recrearon ayer en las calles de Elche la historia que rememora la protección que su capitán ofreció a la localidad, cuando estaba amenazada por los contrabandistas.

La entrada arrancó con la presencia de un charlatán, que iba introduciendo al público en la historia que los Boscos escenificaron a través de varios espectáculos.

Este año, con motivo del 40 aniversario, los Boscos rindieron homenaje a todos los capitanes que ha tenido la comparsa, así como a los festeros que han sido abanderados de la Asociación Festera de Moros y Cristianos de Elche. A todos ellos se recordó con banderas en los que se veían los escudos de sus apellidos en varios momento del boato cristiano.

Poco a poco la entrada fue cogiendo forma, y llegó el turno del espectáculo de percusión Tambores de juego. Pyros Espectáculos ofreció un show con efectos especiales en el que los tambores iban lanzando llamaradas de fuego a la vez que eran golpeados por los percusionistas.

Otra de las recreaciones que se vio ayer durante el boato fue la que trasladó a los espectadores a una taberna ubicada, simbólicamente, en las afueras de Elche. Allí es donde se representó el intento fallido de diálogo entre los representantes del capitán y los sarracenos, que acabaron luchando para tratar de controlar los dominios de Elche. La historia que presentaron los Boscos ubicaron los campamentos de contrabandistas en las inmediaciones del Clot de Galvany y el Pantano de Elche.

El boato cristiano siguió con algo inédito en Elche, la presencia de varias filás de contrabandistas, a la que seguía una carroza con niños, que representaba una iglesia de San Juan Bosco, en la que se refugiaron los menores del poblado ante la amenaza de los contrabandistas.

Así llegó el turno del espectáculo a cargo del ballet Ópera de Onteniente, que representó la fuerza, coraje y poder del capitán. También se puso en escena un espectáculo con el que se simulaban aves mitológicas, que emprendían el vuelo hacia Elche para darle mayor protección ante la amenaza de los contrabandistas.

El desfile de la entrada cristiana avanzaba hacia el momento culminante, cuando hicieron acto de presencia las escuadras de la infanta María Asunción Esclapez y el capitán cristiano Rafael Parreño. Los dos protagonistas cerraron el boato desde su carroza recibiendo el calor de los aplausos del público.

Tras los Boscos desfilaron el resto de comparsas del bando de la cruz, con sus respectivos cargos festeros. Además de los Boscos ayer participaron en la entrada cristiana los Astures, Estudiantes, Caballeros Templarios, y Caballeros Halcones. Un buen número de comparsas que ofrecieron una gran entrada cristiana que llenó de música y color las calles de Elche, en la tercera jornada de las fiestas de Moros y Cristianos, enmarcadas en las celebraciones patronales.