Un total de 128 kilos de pólvora se dispararán esta mañana en el tradicional Alardo de las fiestas de Moros y Cristianos de Elche. Esta cifra supone prácticamente un 30% más que la registrada el pasado año y será la mayor carga lanzada al aire desde el ejercicio 2008, cuando se consumieron nada menos que 160 kilos de pólvora. A partir de las 9 horas de hoy comienza el espectáculo, donde los festeros descargarán toda la potencia de sus arcabuces, despertando así, sobre todo, a los vecinos del centro de Elche. En esta ocasión, posiblemente más del 25% de los participantes sean mujeres, lo que indica en parte el mayor calado que va teniendo este acto, donde hasta hace pocos años era muy raro verlas participar activamente en el manejo del arcabuz. La recogida del explosivo se produjo el pasado lunes en el polígono de Carrús, en unas dependencias cedidas por la Casa de Andalucía.

Guardia Civil

Supervisados en todo momento por la Guardia Civil, los festeros fueron recogiendo un kilo de pólvora cada uno de manos de los trabajadores de la armería, en este caso de Novelda, encargada del transporte, custodia y entrega, todo ello bajo estrictas medidas de seguridad.

El presidente de los Moros y Cristianos de Elche, José María Vera, destacaba cómo se ha revitalizado el Alardo y recordaba que hace dos años se pasó de la tarde a la mañana, con un buen balance y aceptación hasta la fecha.

La pólvora se entrega como máximo 48 horas antes de utilizarla en su correspondiente envase y suele ser depositada en un sitio fresco, alejada de cualquier fuente de calor. Asimismo, tanto los pistones como el arcabuz tienen que estar separados del material explosivo, recuerda Tomás Campello, delegado del Alardo.

Muchos de los festeros guardan el material en sus propias casas y justo antes de salir para participar en el Alardo vierten de los envases a la cantimplora la pólvora pues este proceso no se puede realizar en la calle en el inicio del recorrido.

Por lo general, tanto arcabuces, como cantimploras y otros elementos que se utilizan en el espectáculo, como cañones o similares, se suelen alquilar a una empresa especializada.

Asimismo, para poder disparar es necesario contar con una licencia de armas, algo que la gran mayoría de festeros de Elche ya dispone desde el pasado año. Y, para recoger el explosivo, los interesados tienen que estar en el listado que, con 30 días de antelación, se remite a Subdelegación del Gobierno para que dé su visto bueno y que después la Benemérita controla.

Durante el pasado año se utilizaron unos 100 kilos de pólvora, casi los mismos que en 2016. La cifra más baja fue en 2009, cuando solo se solicitaron 41 kilos para este acto. Eso se debió en parte a la crisis económica de aquellos años, pero también al accidente que tuvo lugar el 10 de agosto de 2008 cuando explotó un arcabuz y acabó dejando a cuatro personas heridas.