Regantes de Aspe y Elche comenzaron a recibir ayer el riego de socorro aprobado por el Gobierno el pasado viernes y que ha supuesto la reapertura del trasvase Júcar-Vinalopó. El consejo de administración de la empresa estatal Acuamed, hace dos meses, sacó del orden del día el riego de socorro de 6,3 hectómetros cúbicos para aprobarlo finalmente el viernes pasado. En Elche, el agua alcanza a la comunidad de San Enrique, mientras que la de San Pascual no se puede beneficiar porque a día de hoy no tiene conexión.

El riego significa, de facto, la reapertura del trasvase Júcar-Vinalopó y un balón de oxígeno para las 18.000 hectáreas de cultivos en el Vinalopó, en las que se habrían generado pérdidas por 30 millones de euros de no haber logrado este trasvase de agua, que han venido reivindicando los agricultores, sobre todo los cultivadores de uva de mesa.

La llegada de este riego de socorro tiene una gran importancia para el sector agrícola, ya que el trasvase Júcar-Vinalopó, un derecho histórico de los regantes alicantinos, se encuentra en la práctica paralizado por las deficiencias en la obra del embalse de San Diego, una infraestructura que hubo se ser vaciada al poco de su apertura por las grietas y pérdidas que tenía.

La inversión de más de 400 millones de euros en la construcción de la canalización para trasvasar agua del Júcar al Vinalopó es un ejemplo de despilfarro de dinero público, ya que no se le da uso porque la administración no invierte los 27 millones de euros que cuesta la reparación del embalse sin que a estas alturas se tenga certeza sobre el resultado de la reclamación que a la constructora tenía previsto realizar el Estado.

Los municipios de Aspe y Elche son los más necesitados de este caudal para el riego, pero si hubiera estabilidad en los trasvases desde el Júcar, como sería de desear, se incrementaría el número de beneficiados, especialmente una vez concluidas las obras de Tramo VII que conecta el ramal del trasvase en su margen derecha desde Aspe hasta Albatera, con lo que el agua del Júcar llegaría a los regantes de la Vega Baja.

Seguridad y garantías

El diputado autonómico del PSPV-PSOE, David Cerdán, reclamó ayer al Gobierno central que acelere las gestiones para la firma del convenio del trasvase Júcar-Vinalopó que permita dar un marco de seguridad y garantías a los regantes de las comarcas alicantinas de que van a disponer de caudales de trasvase anuales, como sucede con el del Tajo. Los regantes alicantinos han venido defendiendo desde hace décadas sus derechos reconocidos desde hace siglos al uso del agua del Júcar, algo que viene siendo combatido por los regantes de las márgenes del Júcar, igual que ocurre con las del Tajo.

Según el diputado, «el Gobierno de Sánchez y de Puig han resuelto, en un ejemplo de colaboración, el problema heredado del trasvase de socorro y ahora tienen que acelerar la firma del Convenio del Trasvase Júcar-Vinalopó -pendiente desde diciembre pasado- para garantizar más de 20 hectómetros cúbicos anuales a las comarcas del Vinalopó».