Alejandro Soler, secretario general de los socialistas ilicitanos, ha dado esta mañana un golpe de fuerza con un baño de masas en un almuerzo en el Restaurante Carlos de Elche, en el que se ha rodeado de pesos pesados del partido, mostrando así los apoyos dentro de la ejecutiva no solo a nivel local, sino autonómico e, incluso estatal. Entre los nombres que han acompañado a soler destacan los de Juan Carlos Fulgencio, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, o el de Araceli Poblador, subdelegada del Gobierno en la provincia de Alicante. Esta muestra de fuerza llega días después de que los sanchistas reclamaran a Soler que diera un paso al frente y se presentara a alcaldable, lo que pondría, aun más contra las cuerdas, al alcalde, Carlos González.

También han respaldado a Soler, entre otros, Rafa García, alcalde de Burjassot, Francis Rubio, secretario de Organización del PSPV en Alicante, Asun Llorens, presidenta PSPV en la provincia de Alicante, Yolanda Seva, alcaldesa de Santa Pola y, a nivel local, Patricia Maciá. portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Elche, y Héctor Díez, portavoz adjunto del grupo municipal.

Movimientos

Los movimientos para moverle la silla al actual alcalde, Carlos González, hace tiempo que comenzaron. Pero la semana pasada estos movimientos se intensificaron en favor de Alejandro Soler, que ya fue alcalde entre 2007 y 2011 y que desde hace dos viernes es el nuevo director de la Entidad Pública Empresarial del Suelo (SEPES), un puesto en Madrid con el que se premia su apuesta desde el principio por Pedro Sánchez.

Por contra, el respaldo de González a Susana Díaz fue la confirmación de su pérdida de popularidad, al menos en su propio partido y en el grupo municipal. En ambos foros está cada vez más cuestionado, sobre todo por la falta de decisión y determinación en determinados asuntos al frente del Ayuntamiento y con sus socios de gobierno, según fuentes del PSOE, algo que le abocó a ceder el control de la secretaría general de los socialistas ilicitanos precisamente en favor de Soler el pasado 21 de abril.

El 12 de marzo González anunciaba que no optaría a la secretaría y que su candidata pasaba a ser la actual edil de Hacienda, Ana Arabid. Soler acuñaba 263 papeletas frente a las 174 de Arabid y comenzaba la cuenta atrás definitiva para la pérdida de poder del sector de González dentro del partido, quien ha visto cómo en los últimos meses rescindían su apoyo ediles como José Manuel Sánchez, Patricia Macià o Héctor Díez.

Reunión el viernes

El pasado viernes, ocho socialistas, algunos de ellos destacados dentro de la agrupación ilicitana y comarcal, mantenían un encuentro con Soler en el que prácticamente le exigieron que él fuera el candidato para 2019. Primarias y que diera el paso fue lo que le reiteraron en definitiva.

Para empezar, la intención es que no vuelva a ocurrir lo de hace cuatro años, cuando se presentaron nada menos que cuatro aspirantes (Ramón Abad, María Dolores Asencio, Carlos González y José Pérez). Pero también se pretende aprovechar el tirón del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y la línea de comunicación directa con su Administración para que Elche se suba a caballo ganador, pensando también en que el PSOE puede obtener un resultado decente cuando lleguen los comicios nacionales.

Sin embargo, otras voces en el partido siguen dudando seriamente de que Soler vaya a dejar Madrid para retornar a Elche, sobre todo cuando desde hace tiempo dentro y fuera de General Cosidó se comenta que el secretario general tiene la vista puesta en un escaño del Congreso. Sería dar un paso atrás en cuanto a salario y trayectoria política, recuerdan. La opción sobre la que más especulaciones hay es que sea una persona de su absoluta confianza la que opte a la Alcaldía.

Asimismo, y al tratarse de política, todo puede pasar hasta el último minuto. Pese a su aparente momento de debilidad, González todavía cuenta con destacados apoyos dentro y fuera de Elche. Y además, los simpatizantes del partido cuentan mucho. Ximo Puig lo respalda y viceversa, mientras que en esta última recta final antes de las elecciones es altamente probable que su equipo de gobierno apriete el acelerador, ponga en marcha proyectos o culmine otros que le permitan mejorar algo su imagen dentro y fuera del partido. Alejandro Soler prefirió ayer no realizar declaraciones al respecto.