Patricia Aguilar ya ha podido abrazar a su padre. La joven ilicitana fue rescatada de una secta en Perú hace tres semanas, después de haber abandonado su hogar para unirse a la agrupación liderada por Félix Steven Manrique hace un año y medio. La familia llevaba ansiando este reencuentro desde que abandonó su hogar, en enero de 2017, pero sobre todo después de que fuera liberada por las autoridades peruanas el pasado 4 de julio. Pese a que su familia temía el rechazo de la joven, debido al «lavado de cerebro» por su captación en la secta, la familia aseguró ayer que la jove se mostró «muy receptiva y tranquila». De hecho, además de hablar con su padre, lo hizo con su madre y con su hermano, a través de videollamada, y mostró interés por el estado del resto de la familia.

Se trata de un primer acercamiento entre Patricia y sus seres queridos. De momento, la joven está en un albergue, por elección propia, y en el programa de protección de víctimas de las autoridades peruanas. Allí se encuentra recibiendo asistencia médica y psicológica, tanto por la desnutrición crónica que sufría en el momento en el que fue rescatada, al igual que su bebé, como de las secuelas psicológicas por la captación y manipulación de Manrique. La familia aseguró que «físicamente está mucho mejor, tanto ella como la bebé, de la que no se separa ni un segundo y la presentó orgullosa y muy cariñosa a sus padres», manifestaron.

Pese a estas buenas impresiones, la familia pide cautela, aunque «transmitimos el sentimiento de esperanza y alivio» que han sentido tras el encuentro. Y es que su vuelta a España no está garantizada al 100%. Por el momento, la joven se ha mostrado receptiva al encuentro con su familia, pero no ha manifestado abiertamente la voluntad de volver, si bien se confía en que, finalmente, así sea. De hecho, la familia trabaja en los trámites administrativos necesarios para su vuelta. El próximo, y uno de los más importantes, la inscripción de la niña en el registro. Patricia Aguilar dio a luz en mitad de la selva sin asistencia médica, por lo que «no se ha podido realizar un certificado médico para el registro de la bebé. Por eso, debemos esperar 60 días -que finalizan el último día de julio-para poder registrar a la bebé y poder continuar así con los trámites oportunos para poder viajar a España», señalaron.

Mientras tanto, «nos consta que tanto el Ministerio de la Mujer de Perú, el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, el Consulado Español y el Ayuntamiento de Elche están colaborando para que todas las gestiones necesarias se hagan en la mayor brevedad posible y poder así tener a Patricia y a su bebé cuanto antes en España, siguiendo los consejos de los psicólogos especialistas en captaciones y manipulaciones mediante persuasión coercitiva», añadieron.

La joven, por el momento, seguirá recibiendo ayuda médica y psicológica, al igual que las otras dos mujeres rescatadas tras la detención de Manrique. La causa contra el líder de la secta también continúa su curso. El detenido se encuentra en prisión provisional, tras decretar la juez hace unos días nueve meses de internamiento, y otros cuatro para que todas las partes aporten pruebas que certifiquen la acusación. El Ministerio Público, por el momento, lo acusa de un delito de trata de personas, al usar a Patricia y a las otras mujeres con fines económicos. De hecho Patricia fue encontrada en la selva a cargo de otros cuatro menores -más su hija-, que, según las investigaciones, eran explotados pelando y secando granos de café que luego vendían en los mercadillos. Las investigaciones comenzaron tras las denuncias de las familias de las mujeres captadas, y se aceleraron cuando el pasado mes de junio el padre de la joven ilicitana, Patricia Aguilar, se desplazó hasta Perú para continuar con las pesquisas y facilitar la labor de las autoridades.