La campaña de recolección de higos arrancará en los próximos días con un mal pronóstico. La falta de lluvias durante el invierno, unido a que la mayor producción de brevas registradas este año hace que el árbol pierda fuerza a la hora de dar los higos, reducirá la cosecha. Así lo aseguró ayer el gerente de Cambayas, José María Martínez, gerente de la cooperativa Cambayas, que aglutina a la mayor parte de agricultores que cultivan este fruto en la ciudad. Así, la cosecha rondará el medio millón de toneladas, frente a los 670.000 kilos que se recolectaron el año pasado. El calibre de los higos tampoco trae buenas noticias, pues esa escasez de recursos hídricos también origina que sean de menor tamaño, por lo que su precio en el mercado también se reduce. No obstante, el año pasado también fue de un calibre pequeño, aunque hubo una de cal y una de arena. Las lluvias de invierno aumentaron la producción pero la sequía posterior redujo el calibre. Este año, ni una ni otra. Por tanto, es muy probable que suceda lo mismo que en la campaña anterior, cuando un 10% de la producción se quedó sin recolectar porque no tenía el calibre mínimo para su comercialización, tal y como apuntaron entonces los agricultores.
La falta de agua para el Camp d'Elx ha quedado resuelta en los últimos días, pero lo que de verdad echan de menos los agricultores, y lo que afea sus cosechas es «la falta de lluvias. Una buena lluvia hace más que dos riegos, y en los últimos meses brillan por su ausencia», señala Martínez. Pedro Valero, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores, se mostró optimista en cuanto a conseguir que, a última hora, se alcancen datos que no disten mucho de la campaña anterior, aunque reconoce que estará sensiblemente por debajo.
De lo recolectado, más de la mitad del producto se destinará al mercado exterior, con Francia y Suiza como principales clientes de los higos ilicitanos. El resto de la cosecha se destinará al mercado nacional, que se distribuirá por toda la geografía española.
Al menos, ahora los agricultores del Camp d'Elx respiran con cierto alivio tras ver cómo en los últimos días se garantizaban los recursos hídricos para el producto estrella de la huerta ilicitana: la granada, especialmente la mollar, que con su denominación de origen lleva el nombre del campo de la ciudad a nivel internacional. Así, Valero aseguró que «en principio, agua no va a faltar. También tenemos de cara al invierno, por lo que también esperamos que llegue para lo que tenemos de riego, al menos hasta septiembre».
Y es que, a finales del mes de agosto también comenzarán a sembrarse los cultivos de invierno. De hecho, Valero aseguró que ya se están preparando los campos y realizando la labores de arado y preparación del suelo».
Alcachofa, coliflor, brócoli o romanesco son algunos de estos cultivos que tomarán el relevo de los higos y las granadas a partir de septiembre, y que producirán los agricultores ilicitanos en los próximos meses, tal y como apuntaron ayer desde Asaja.
Los agricultores esperan que, para entonces, también se les garantice el agua.
