En 1890 el historiador ilicitano Pedro Ibarra ya utilizó la que hoy es una fórmula más que extendida y conocida como crowdfunding crowdfundingpara recaudar dinero entre sus amigos del Casino y realizar la primera excavación reglada en La Alcudia. Las donaciones que en el siglo XIX se realizaron permitieron a Ibarra descubrir un descomunal complejo termal de la época romana, que después quedaron sepultadas bajo tierra. Ahora, egresados y estudiantes de la Universidad de Alicante (UA) y la Uned han iniciado unas excavaciones en el yacimiento arqueológico ilicitano que han permitido redescubrir aquellos hallazgos.

Pedro Ibarra realizó este proyecto de la mano de la Sociedad Arqueológica Ilicitana, corporación nacida con el objetivo de financiar excavaciones en La Alcudia a partir de las donaciones de algunos prohombres y entusiastas locales.

Después de todo este tiempo, arqueólogos han podido confirmar que en aquellos terrenos hubo termas occidentales de 1.500 metros cuadrados, de la época flavia, que contaron con todo lujo de materiales como mármoles africanos y tunecinos.

Con todo un despliegue de tecnología punta, entre la que han destacado los drones, y el análisis de sedimentos, los expertos están buscando ahora las estructuras de aquel legado que dejó la época romana en la ciudad. «Es la primera vez que se documenta arqueológicamente este complejo termal de gran importancia, que acabó convirtiéndose en un lugar marginal y que sufrió un gran expolio», señala Mercedes Tendero, que junto a Ana Ronda, dirige la campaña de excavación.

Y precisamente, aquel saqueo de piezas ha podido probar de nuevo que de aquel lugar se extrajeron piezas para construir la Vila Murada, tal y como explican desde la dirección de la investigación. Ahora, según informaron desde la Universidad de Alicante, la localización de las termas permitirá la exhumación completa para la campaña de 2019 de las estancias calefactadas - caldarium y tepidarium. Todo ello garantizará una mejor comprensión de este enorme edificio público de la ciudad romana de Ilici.

La pista que dejó Pedro Ibarra en este escenario fue mínima. Y es que, las noticias conservadas de la intervención arqueológica del ilicitano se resumen en la memoria de sus trabajos entregada a la Real Academia de la Historia y algunos dibujos, tanto de los materiales como de las estructuras descubiertos, entre los que destaca la primera planimetría general del yacimiento.

Después de buscar en la biblioteca entre numerosos materiales, los investigadores han dado con la clave para buscar en terrenos ilicitanos una de las edificaciones por excelencia de la flamante época romana dedicada a la higiene personal.