Una mujer ha precisado este fin de semana asistencia hospitalaria tras sufrir la picadura de una carabela portuguesa mientras se bañaba en Santa Pola. La víctima, una ilicitana de 33 años de edad, acababa de meterse en el agua el sábado por la mañana cuando, a los pocos segundos, notó cómo la temida especie se le enganchó en una pierna.

«Me metí diez segundos en el agua y cuando fui a salir noté que se me enganchó la medusa y un fuerte calambre. Como si hubiera metido los dedos en un enchufe, similar a una descarga eléctrica», señaló ayer la afectada, quien asegura que sufrió la picadura en una de las calas que hay situada bajo el faro de Santa Pola.

Tras el susto, la mujer fue atendida inicialmente en el centro de salud de la localidad costera, donde le administraron varios antiinflamatorios y antihistamínicos, según consta en el parte médico. Sin embargo, como el dolor persistía decidió acudir al Hospital General de Elche para recibir atención médica. Allí volvieron a administrarle nuevos fármacos para tratar la lesión de 15 centímetros que le había provocado la carabela en la pierna, donde se le quedaron pegados varios tentáculos. La mujer asegura que cuando entró en el agua sí que se percató de otras especies de medusas, los populares claveles, pero alejados.

No obstante, admite que no llegó a ver la especie portuguesa. «Cuando le relaté a los médicos los síntomas que tenía y el hormigueo que sentía en los brazos, pese a que la medusa me picó en la pierna, me aseguraron que era una carabela portuguesa», afirmó la víctima. De hecho, así consta en el parte médico del Hospital General de Elche.

Desde Cruz Roja, organismo que presta el servicio de socorrismo en Santa Pola, descartaron ayer haber avistado ejemplares en las playas donde prestan vigilancia, así como alguna picadura. Sin embargo, en las calas del Cabo, donde la mujer sufrió el incidente, no llega el servicio de socorrismo.