El caso de Patricia Aguilar, la joven ilicitana captada por una secta peruana, ha puesto el foco en este tipo de organizaciones y en su capacidad de persuasión, que en este caso llegó al punto de convencer a la víctima para que, con 18 años, abandonara su casa y cogiera un vuelo hasta Lima. José Pedro Espada explica todo ese proceso de manipulación que hace a las víctimas de las sectas llegar a estos extremos.
P¿Como se puede llegar a manipular a una joven para que lo deje todo en España y viaje hasta Perú para unirse a sus filas?
R Un manipulador psicológico tiene una gran habilidad para persuadir a otras personas y convertirlas en adeptos a su causa. De forma progresiva instaura determinadas creencias básicas. Algunas están relacionadas con el ideario de su grupo, que persigue un objetivo con el que la víctima puede verse inicialmente identificado, y que generalmente acaba con ideas más extremas. En el proceso se instauran ideas de contenido paranoide con el fin de ir aislando a la víctima de su entorno, como la idea de que los demás no les entenderán e impedirán la consecución del plan.
P ¿Hay perfiles de personas más propensas que otras a «caer» en estas redes?
R La implicación sectaria es el resultado de una interacción de factores del medio, de la persona y de las prácticas del grupo. Entre los factores personales se ha estudiado la edad, la psicopatología previa o las situaciones de desadaptación y búsqueda espiritual. Sin embargo, no existe base empírica para la afirmación de estos factores Cuando alguien está todavía organizando las bases de ese sistema de esquemas cognitivos como en la adolescencia y juventud temprana, o atraviesa una situación vital donde está reorganizando esas creencias, es mucho más susceptible.
P Tras la detención del líder de la secta las tres personas que tenía captadas siguen defendiéndolo. ¿Hasta qué punto se crea ese vínculo de dependencia?
R En el proceso de captación lo primero que busca un grupo de manipulación psicológica es aislar a la persona de su entorno familiar y social. Progresivamente se imponen los valores del grupo y se demoniza a quienes no pertenecen a él, utilizando como argumento la idea de que no entienden los fines, que no han sido elegidos, o que pueden ser un obstáculo para ejecutar un plan superior, que pasa por adherirse al grupo. El seguimiento y dependencia hacia el líder puede llegar a ser tan extremo que se convierta en una lealtad ciega y absoluta.
P La joven recibirá ayuda psicológica en Perú. ¿En qué consisten los tratamientos contra este tipo de casos?
R Básicamente se trata de cuestionar de forma progresiva la mentira que ha estado viviendo la persona, mostrando evidencias y reconociendo la manipulación que ha sufrido. Es un proceso complejo porque el sujeto debe comprobar por sí mismo que sus elecciones no han sido tomadas libremente, sino influidas por un engaño.
P ¿Cómo es posible que nadie de su círculo más cercano se diera cuenta de lo que pasaba? ¿Hay algún indicio que permita detectar que está teniendo lugar ese «lavado de cerebro»?
R Forma parte de la estrategia de los grupos manipulativos generar desconfianza por parte de la víctima hacia sus familiares, para que una vez aislada sea más manipulable. Además la entrada física al grupo se prepara de manera que no haya posibilidad de ser descubierto, preparando una línea de actuación que aparente normalidad precisamente para reducir la probabilidad de que la familia se alerte. Es complejo porque la víctima puede hacer todo lo posible por ocultarlo. Una recomendación para los padres y madres es conocer a fondo los intereses de su hijo, observar posibles cambios de humor y de comportamiento, y supervisar su comportamiento en redes sociales.
