Otra nueva franquicia que escampa del centro de Elche. La calle Corredora despedía ayer a la última tienda del gigante Inditex. Las puertas de Oysho, la firma de lencería del grupo de Zara, se han cerrado definitivamente en el enclave céntrico, donde había sobrevivido hasta ahora viendo cómo otras grandes cadenas iban poco a poco cayendo.

Con el verano encima y la temporada de rebajas, el local comercial acogía ayer del desmontaje de todos los productos y del escaparate ante la atenta mirada de muchos clientes que pasaban por la zona, y sobre todo, ante la incertidumbre también de los comerciantes de los alrededores.

«Otra más que se va. Ahora solo nos queda ya Zara», comentaban muchos propietarios de negocios de la Corredora. El mes pasado, el cierre de Massimo Dutti, también en la Corrredora, volvía a hacer saltar las alarmas. El centro volvía anotar otra mercantil de Amancio Ortega que tiraba la toalla en el centro. La fuga de las grandes cadenas volvía a desatar la preocupación en la Corredora, después de un cierre constante de este tipo de tiendas desde la crisis económica. El cierre de Massimo Dutti recordaba al de otras firmas de Inditex que dejaron de apostar por el centro de la ciudad, como Lefties, Stradivarius, Bershka o Pull & Bear, dirigidas al público joven. También dejaron el centro franquicias de Intimissimi, Woman Secret o Springfield. Todas ellas ahora presentes únicamente en el centro comercial L'Aljub.

Ante este panorama, muchos comerciantes coincidían en los efectos negativos que tienen estos cierres en sus negocios, al considerar que servían de polo de atracción para el centro de la ciudad y reclamaban medidas urgentes.

Con esta nueva persiana bajada y encarando ya la recta final del mes de julio, todas las miradas están puestas ahora en qué ocurrirá con la peatonalización de la Corredora. Una medida que había sido anunciada como «vital» para reactivar el centro de la ciudad y que iba a ponerse en marcha después de las fiestas de agosto. Tras decidir el equipo de gobierno «aparcar» la iniciativa por un plazo de 90 días para buscar consenso vecinal y político, la cuenta atrás ha comenzado. Y es que, a finales de julio acaba ese paréntesis que se marcó el PSOE y Compromís para buscar alternativas a su plan de peatonalización tras el rechazo que había generado en ciertos sectores.

Desde el equipo de gobierno aseguraron que los técnicos municipales de los diferentes departamentos del Ayuntamiento están en vías de encontrar un consenso, que debería ser presentado en breve. De cualquier manera, en ese compromiso al que también llegó el Ejecutivo local fue el de tener clarificar el futuro del Mercado Central. Algo que todavía está en el aire, ya que el Consell no se ha posicionado sobre la protección del refugio de la Guerra Civil que hay debajo del edificio y que, en teoría, podría hacer detener el proyecto adjudicado del aparcamiento subterráneo.