No ha sido nada fácil, pero el Instituto de Neurociencias ha vuelto a conseguir, por segunda vez, la acreditación como centro investigador de altísimo nivel al quedar englobado dentro del programa denominado Centros de Excelencia Severo Ochoa, creado en 2011 por la entonces ministra Cristina Garmendia y que tiene como objetivo financiar y acreditar los centros y unidades públicas de investigación, en cualquier área científica, que demuestran impacto y liderazgo científico a nivel internacional y que colaboran activamente con su entorno social y empresarial más cercano.
Esto, entre otras cosas, se traduce en que el Instituto de Neurociencias va a asegurarse fondos públicos procedentes del Ministerio de Ciencia e Innovación por valor de 5,4 millones de euros. En concreto, recibirá un millón de euros anuales durante los cuatro próximos años para desarrollar un programa de investigación que refuercen los proyectos de investigación en marcha. Pero además sumará 14 becas predoctorales que suponen alrededor de 1,4 millones de euros adicionales.
La Agencia Española de Investigación ha sido la que en concreto ha concedido al Instituto de Neurociencias, centro mixto ubicado en el campus de Sant Joan y dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández (UMH), esta nueva acreditación después de que ya la consiguiera en 2014.
«El primer Severo Ochoa que conseguimos nos ha permitido navegar en la crisis. Y lo hemos hecho bien. Este segundo es un programa nuevo, es decir, no es una renovación, porque evalúa lo que has hecho y lo que vas a hacer», señala Juan Lerma, director científico del Programa Severo Ochoa en el Instituto de Neurociencias y exdirector de este complejo.
Y es que este tipo de acreditaciones reconocen la excelencia y las contribuciones científicas de los centros de investigación a nivel nacional e internacional, su impacto empresarial y social y su capacidad para atraer talento.
Lerma señala a su vez que la obtención de nuevo de este reconocimiento «nos permite continuar la labor iniciada para perseguir la excelencia y la competitividad internacional. Además, nos permitirá mantener las mejores condiciones de trabajo de los investigadores del centro»
El programa Centros de Excelencia Severo Ochoa está dirigido a aquellos centros que realizan y ejecutan investigación básica de vanguardia y se encuentran entre los mejores del mundo en sus respectivas áreas.
De hecho, en España solo hay 25 complejos investigadores que cuenten con esta acreditación. En la Comunidad Valenciana solo otros dos lo han conseguido: el Instituto de Física Corpuscular, y el Instituto de Tecnología Química, ambos en València.
Tras su creación este programa fue reforzado con el de Unidades de Excelencia María de Maeztu, dirigidas a reconocer la excelencia de unidades de investigación más pequeñas. El procedimiento de selección en ambos casos se basa en «las mejores prácticas internacionales». Asimismo, la evaluación y selección se lleva a cabo por un comité científico independiente formado por investigadores internacionales de gran prestigio.
El Instituto de Neurociencias fue oficialmente fundado en febrero de 1990 por la Generalitat Valenciana como un Instituto Universitario perteneciente a la Universidad de Alicante. Se estableció como una unidad asociada del Instituto Cajal perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en 1995, y posteriormente, junto con la Facultad de Medicina, se transfirió a la recién creada Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH). En 1999, el centro pasó a ser instituto, un centro mixto de la UMH y del CSIC con su propio edificio, presupuesto e instalaciones para investigación. Sus directores han sido Carlos Belmonte, Juan Lerma y, actualmente, Salvador Martínez.
