A las 16.05 horas y, en menos de un minuto, el cielo del Misteri d'Elx pasaba de estar desplegado en el suelo de la basílica de Santa María, a ocupar la base de la cúpula, oscureciendo a su vez notablemente el interior del templo donde, cada año, se genera cada vez más expectación por ver cómo se lleva a cabo el izado con cuerdas, como viene siendo tradicional, de este elemento, imprescindible también para la representación de La Festa.

Sixto Marco, patrono responsable del montaje, ponía dos datos: la lona pesa unos 150 kilos, todo ello después de que hace dos años le quitaran unos 90 kilos en el sistema de sujeción y hace uno le sumaran otros 16 al aplicar una pintura para opacar el mismo. El otro dato es que el cielo se sube, se tensa y se queda colocado a unos 24 metros, que es la altura a la que trabajan estos días unos 14 operarios para tener a punto todo lo que implica el montaje de la tramoya alta y a cuyo frente está un año más Francisco Ródenas.

«Esto tiene complicación por dónde lo mires», explicaba Ródenas por la mañana y desde lo alto de Santa María, al tiempo que daban comienzo las primeras tareas para montar la tramoya alta. «Esto es como un puzle, si te equivocas en una pieza tienes que dar marcha atrás y volver a montarlo todo desde el principio», añadía.

Hasta el jueves por la tarde o viernes por la mañana calculan que se prolongarán los trabajos del montaje para hacer posible, entre otros, que el plano aéreo o escenario vertical sea posible.

Así por ejemplo, esta cuadrilla de trabajadores, entre otros muchos cometidos, tiene que maniobrar para colocar una viga de más de 750 kilos que cruce la base del cimborrio. Los tramoyistas, en definitiva, se encargan de colocar la plataforma de trabajo, así como la maquinaria destinada a posibilitar el descenso y la elevación de los tres aparatos aéreos: Araceli (o Recèlica), Magrana (o Granada) y Coronación (o Trinidad).

La cabria y la maroma son otros de los elementos que se incorporan a todo este aparataje que debe estar montado y asegurado al cien por cien para que no se produzca ningún imprevisto.

De hecho, Francisco Ródenas mostraba su interés de que, sobre todo, al trabajar a tanta altura y con elementos de elevado peso, la faena se completara estos días sin ningún accidente laboral.

El alcalde de Elche, Carlos González, junto con otros ediles y representantes del Misteri d'Elx subieron ayer a lo alto de Santa María para saludar a los trabajadores al inicio de esta faena, pero también quiso estar presente luego por la tarde, a partir de las 15.30 horas, en el interior de Santa María para asistir al izado del cielo de unos 14 metros de diámetro.

Allí se daban cita el presidente saliente del Misteri, Fernando García, la edil de Turismo, Mireia Mollà, la edil de Educación, Patricia Macià, así como varios de los nuevos patronos recién incorporados, como Francisco Borja, María Teresa Botella Quirant, Carolina Martínez, Vicente Díaz Boix o Hèctor Cámara, además de algunos integrantes de la Capella, escolanos y, cada vez, más público en general interesado por estos otros detalles de La Festa.

La subida del propio cielo está considerado para muchos como el momento que marca definitivamente el arranque de la cuenta atrás para las representaciones de agosto. Y es que Santa María ya aparece en parte transformada en su cénit, con el altar despejado y a la espera de que, en breves días, se lleve a cabo el montaje de la tramoya baja, con el Cadafal, el Andador y la colocación de las tribunas. Este año el Misteri tendrá doble escenificación: en verano y otoño, por lo que buena parte de estos elementos se dejarán montados para los próximos meses.

El Misteri d´Elx se celebra los días 11,12, 13, 14 y 15 de agosto. Las entradas están a la venta tanto en la Casa de La Festa (carrer Major de la Vila, 27) como en instanticket.es.