Casi a la par. El auge imparable del gigante asiático en la fabricación del calzado tiene en Elche un claro escenario. El polígono de Carrús sigue siendo el epicentro de la apertura de almacenes de zapatos dedicados a la venta y distribución de zapatos de empresarios chinos. Solo hace falta hacer un recorrido por algunas calles de este tradicional enclave industrial, donde la presencia de naves orientales se adueña de algunas manzanas.
Y así lo confirma un reciente estudio sobre la relación de mercantiles que actualmente operan en Carrús. Frente a los 65 almacenes de calzado de firma nacional, hay 61 establecimientos del mismo sector, pero dirigidos por chinos. El inventario, elaborado por el fundador y vicepresidente de Epoca (Empresarios del Polígono de Carrús) Antonio Climent ya está en manos del Ayuntamiento ilicitano y recoge una a una la dedicación de las naves que ahora mismo hay en el polígono. En total, constan 631 locales, de los que, aproximadamente, un centenar están vacíos.
Después de un desembarco sin precedentes hace ya dos décadas, la presencia de establecimientos con letreros chinos sigue siendo una realidad más que evidente. Los trailers que descargan todas las semanas toneladas y toneladas de zapatos chinos ilustran esta situación, al igual que las cajas de calzado oriental que se amontonan incluso en naves que carecen de actividad y que a simple vista parecen cerradas.
«Cuando llegaron se hicieron con el mercado y muchas empresas de la zona tuvieron que cerrar. Otras aguantaron el tipo», comenta un fabricante de calzado que trabaja en Carrús. Y es que ese imperio que lograron levantar empresarios procedentes de China vendiendo calzado a un precio diez veces inferior que al que aquí se podía encontrar, tal y como relatan industriales del polígono, hizo que muchos no pudieran soportar esa competencia.
De hecho, muchos de los que todavía sobreviven en el polígono no olvidan los altercados que se produjeron en septiembre de 2014 cuando un millar de manifestantes, entre trabajadores, almacenistas, industriales del sector del calzado y parados protestaron por la presencia de almacenes de calzado chino y por la falta de control sobre los mismos. Los disturbios se saldaron con dos naves en llamas y nueve detenidos.
Después de 14 años, industriales del polígono de Carrús aseguran que ese «pelotazo» de almacenes asiáticos se ha desinflado algo, pero su protagonismo en el enclave industrial de Elche continúa siendo indudable.
Mientras el calzado sigue siendo el sector por excelencia de Carrús, desde sus orígenes -además de 120 almacenes, cuenta con 52 fábricas de zapatos-, la diversidad de empresas que nutren la actividad económica en el polígono es muy significativa. Y es que sobre este terreno se asientan grandes cadenas nacionales de comida rápida, de bricolaje, de automóviles, de juguetes, de decoración y supermercados. Según la última radiografía, después de los almacenes y las fábricas de calzado, destacan, por volumen, las empresas dedicadas a los adornos, las etiquetas, los trenzados, bordados, moldes y serigrafía (52). Le siguen las naves de fabricación de troqueles, suelas, pisos, plantillas y tacones (33). También tienen peso los talleres de reparación de coches, de motos y chapa (33), los establecimientos de alimentación (23) y los restaurantes y bares (22).
Como datos curiosos, el polígono industrial de Carrús tiene seis iglesias, de ellas varias evangélicas y ortodoxas, tiene guarderías, casas de apuestas, escuelas de baile y chatarrerías. A esta diversidad de negocios se suman otros tantos tan variopintos como un tanatorio, la sede de Comisiones Obreras, el depósito municipal de vehículos, el almacén de obras del Ayuntamiento, el Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI) y hasta la sede de asociaciones como la de los Belenistas o la Casa de Andalucía.
