De nuevo otra vez sin empresa que pueda o quiera hacerse cargo de la residencia juvenil de Altabix, construida junto a la Ciudad Deportiva desde hace cuatro años y que costó 2,4 millones de euros. El equipo de gobierno tampoco ha logrado, al menos por el momento, rescatar un inmueble cerrado a cal y canto desde que acabaron las obras, pese a ser una de sus prioridades en el mandato. Por segunda vez, ha quedado desierta la licitación, después de que durante el Gobierno del PP ocurriera lo mismo. Entonces ninguna empresa se presentó a la convocatoria.

El equipo de gobierno hizo en marzo un nuevo intento para tratar de reflotar el malogrado edificio. Comenzaba el proceso de licitación y la residencia juvenil, por fin, encontraba empresa en el mes de abril.

De hecho, desde el Ejecutivo local ya se dio prácticamente por hecho el que una firma de San Vicente del Raspeig pudiera hacerse cargo del inmueble durante los próximos 15 años para alojar a alberguistas, deportistas y estudiantes por 846.000 euros.

Sin embargo, ayer, después de dos meses, el tripartito convocó una mesa de contratación para hacer público que los planes se habían vuelto a torcer con el edificio. Carencias en la documentación presentada por parte de la mercantil fue la explicación que dieron desde el área de Hacienda, dirigida por Ana Arabid, por lo que todos los grupos políticos decidieron excluir a la firma del proceso. Ahora, la mercantil todavía tendrá la oportunidad de recurrir y el acuerdo tendrá que ser ratificado por la junta de gobierno local.

El problema que ha tenido la empresa, que ya gestiona unas instalaciones junto a la Universidad de Alicante, según apuntaron fuentes municipales, ha sido la insolvencia económica. Al parecer, entre las exigencias que tenía que cumplir era demostrar una facturación superior a los 50.000 euros. Algo que no ha sido así, porque, entre otras cosas, la mercantil fue creada entre 2015 y 2016 y, al parecer, no tuvo margen para presentar los ingresos de 2017, que sí que podrían haber sido superiores, según fuentes municipales.

A contrarreloj

Ahora, a falta de diez meses para que acabe el mandato, el Ayuntamiento se ha propuesto volver a hacer otro intento. El objetivo pasa, según la edil de Hacienda, por agilizar el procedimiento para sacar la licitación de la concesión de la forma más rápida posible. «Vamos a dar máxima prioridad al procedimiento y trataremos que se presenten el máximo número de empresas posibles», apuntó Arabid. De hecho, el Ayuntamiento pretende, incluso, tocar la puerta de la patronal hotelera Hosbec, con el fin de que conozcan de primera mano las condiciones de esta nueva licitación.

Críticas

El PP no tardó ayer en salir tras conocer el varapalo de la residencia juvenil. El grupo municipal popular cargó contra la gestión del tripartito y les acusó de «ineficacia» por haber tenido tres años para sacar adelante el inmueble. Desde el Partido Popular también arremetieron contra la edil de Juventud, Tere Macià, por haber anunciado que se iba adjudicar el contrato durante el mes de abril y haberlo dado por hecho.

Lo cierto es que detrás de este inmueble hay una larga historia. Las instalaciones fueron construidas durante el mandato de Alejandro Soler (PSOE), con una subvención del Plan Confianza, pensadas para ser un albergue juvenil. Meses más tarde, en 2012 y con la crisis, las obras se paralizaron por los impagos del Consell. Con la entrada de Mercedes Alonso (PP) al Gobierno local se replanteó el inmueble para residencia juvenil y deportistas y en 2015 se inició el procedimiento administrativo para la concesión de esta infraestructura. Sin embargo, no hubo ningún interés por parte de una empresa. Y así hasta ahora.