Los automóviles ya no pueden acceder los domingos a la avenida Martínez Valero desde la avenida José Esquitino Sempere. Esta medida se puso en marcha el pasado 17 de junio, por lo que desde las 9 horas hasta el desmontaje de los puestos de venta los agentes de la Policía Local de Elche impiden el tráfico de vehículos. Cuatro domingos después, y cuando aún muchos conductores se hacen los despistados para intentar cruzar por la zona para acudir a las playas de Arenales o El Altet, la decisión adoptada genera malestar, principalmente entre los vendedores.

Esta medida se ha tomado para mejorar la seguridad vial en las inmediaciones del Martínez Valero y realizar un mejor control de los estacionamientos, según señalan fuentes policiales. «Antes muchos vehículos irrumpían en la zona sin llevar cuidado y había un riesgo grande de sufrir un accidente», señala uno de los clientes que ayer se dejó caer por el estadio para comprar en los puestos de comida, ropa o música. Al margen de mejorar las condiciones de seguridad, la puesta en marcha de este corte de tráfico también pretende acabar con los embotellamientos que se producían a determinadas horas.

Finalizar con los atascos ha sido algo muy aplaudido por parte de los ilicitanos que han manifestado su opinión sobre esta cuestión en las redes sociales. Los comentarios que circulan por internet también piden otras medidas, como el asfaltado y vallado del solar que está situado enfrente del mercadillo y un mayor control de los botellones que se producen en esta zona durante las noches del fin de semana. Y es que, a primeras horas del día se llega a producir un cruce entre los jóvenes que más prolongan su ocio y los primeros vendedores que aparecen por el estadio para empezar a instalar sus puestos.

Opiniones en contra

Pese a los beneficios que presenta está medida, sobre todo en relación con el aumento de la seguridad vial y la disminución de los atascos, la mayoría de los vendedores consultados muestran su rechazo y aseguran que llevan ya cuatro domingos sintiéndose perjudicados. Este es el caso de Antonio Murcia. «Es un gran error porque no podemos ofrecer los mismos servicios que antes, en los que atendíamos a muchas personas mayores que pasaban con su coche y no tenían ni siquiera que bajarse para cargar peso», apunta este frutero mientras bebe un refresco para combatir el calor de las horas centrales del día.

En la misma línea se pronuncia su tocayo Antonio Sirvent, propietario de una churrería. «Es una incongruencia que esté la avenida abierta todos los días y, los domingos, cuando hay comerciantes, se cierre. Lo estamos notando mucho y no nos dan facilidades para que nuestros comercios salgan adelante. A veces parece que lo que buscan es fastidiarnos», comenta Sirvent con malestar.

Entre unas posturas y otras, lo cierto es que el mercadillo del estadio Martínez Valero se vuelve a ver envuelto en una polémica. Esta zona comercial ya ha vivido otras situaciones controvertidas durante los últimos años, como cuando hace unos meses los vecinos de su entorno criticaron fuertemente la acumulación de basuras y demás residuos tras el periodo en el que permanece abierto al público. Ahora la discordia la genera el corte del tráfico.