Las catas arqueológicas volverán al centro de Elche. La Generalitat Valenciana ha autorizado a la empresa concesionaria del Mercado Central continuar con las excavaciones en los alrededores del edificio de abastos, tal y como ha señalado hoy la portavoz de la junta de gobierno Patricia Macià.

El Consell ha pedido al Consistorio ilicitano autorización para que apruebe el proyecto de excavación en la plaza de la Fruita, de las Flores, calle Mayor, Alvado, Mestre Alfred Javaloyes y San Pere. Aparcisa está ahora a la espera de que el tripartito le autorice los permisos para estudiar el subsuelo en un plazo de cuatro meses. La idea del PSOE es que la próxima semana se puedan conceder los permisos en la junta de gobierno local, algo de lo que Compromís pretende desmarcarse al no estar de acuerdo con el proyecto. De hecho, el edil de Compromís, Antonio García, ha criticado hoy que el centro va a convertirse en un "queso gruyère" con estas obras y ha dicho que perjudicará a los comercios y a los vecinos. Los de Mireia Mollà han arremetido de nuevo contra el proyecto y han dicho que "es un despropósito del PP".

Se trata de la tercera fase de las excavaciones, ya que todavía quedará una cuarta fase que corresponde al espacio situado entre los Baños Árabes y el frontal del edificio.

El equipo de gobierno ha precisado que en las calles Alvado, Mestre Javaloyes y San Pere las obras serán para hacer desvíos de servicios mientras que en el resto de zonas sí que habrá excavaciones, aunque todavía no han detallado en qué dimensiones se va a trabajar.

Larga espera

Las excavaciones arqueológicas del Mercado Central están paralizadas desde el mes de febrero por problemas con las redes de saneamiento y de agua potable que hay en la zona que queda por analizar, en concreto, en la calle Sant Jaume y en la plaza de la Fruita. Un parón que el Ayuntamiento vinculó con los errores en la documentación presentada por la firma adjudicataria del proyecto para desviar las acometidas. Mientras, desde la empresa, Aparcisa, lo achacan a las «trabas administrativas» que, a su juicio, le está poniendo el equipo de gobierno para continuar con el proceso.

En febrero, la empresa adjudicataria del proyecto presentó una petición al Ayuntamiento para desviar las infraestructuras que interfieren en la tercera fase de las catas. Lo hacía así porque en el tramo que queda por examinar hay servicios que hay que desviar. Sin embargo, tras esa solicitud, el técnico municipal de Urbanismo requirió un informe de Aigües d'Elx y también vio necesario un informe de Patrimonio Cultural de la Conselleria, al ver que en el proyecto presentado por Aparcisa no se encontraba la autorización del Consell.

Un mes mas tarde, Aigües d'Elx contestó al requerimiento de Aparcisa y pidió subsanar deficiencias. El problema detectado fue que los desvíos necesarios de agua potable no coincidían con las actuaciones presentadas por Aparcisa en la memoria y el plano. Algo que volvía a encender ayer al concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, quien cargó contra Aparcisa y criticó haberse encontrado, «de nuevo, con un proyecto cargado de errores y de deficiencias, que no se corresponden con los planos y con las memorias». Descartó así la existencia de cualquier traba por parte del Consistorio a la firma adjudicataria. Tras notificárselo a la empresa, Aparcisa presentó el pasado 11 de abril un nuevo proyecto, pendiente de que la empresa Aigües d'Elx realice su valoración.