La cuenta atrás para buscar un consenso sobre la peatonalización de la Corredora empieza a llegar a su fin. Después de dos meses desde que Psoe y Compromís decidieran recular con el proyecto y hacer un paréntesis de 90 días para buscar un acuerdo con comerciantes y vecinos el tiempo empieza a agotarse.

Ciudadanos ha empezado ya a meter prisas al equipo de gobierno, ya que a finales de mes concluyen los tres meses que se dieron para consensuar el proyecto de la Corredora. El portavoz de la formación naranja criticó ayer que solo se mantuviera una reunión «días después de recordarles de que estaban en minoría», haciendo alusión al amago de moción de censura que también se llegó a poner sobre la mesa del alcalde, Carlos González, por parte de los de Cs. «Desde entonces no sabemos nada», denunció ayer Caballero.

Y es que a mitad de mayo, el equipo de gobierno se comprometió a encargar de inmediato nuevos informes para valorar extender la peatonalización a más zonas del centro, incluso por fases. También reclamaron a los técnicos municipales estudios sobre el impacto de la circulación y la redacción de proyectos para suprimir el paso de vehículos.

Después de ese encargo, diferentes departamentos municipales, entre ellos el de Urbanismo y el de Tráfico, se pusieron manos a la obra para estudiar alternativas y tratar de buscar una opción que contente a más gente. Entre las propuestas también se ha estudiado el plan del Partido de Elche, que pasa por habilitar un carril para el autobús en el puente de Altamira, pero en sentido inverso a la circulación actual.

De momento, el equipo de gobierno no ha aclarado qué va a pasar con el que fuera uno de los proyectos estrella de este año. Y eso ha empezado a impacientar ya a la formación naranja, que ha insistido en la búsqueda de soluciones ante el cierre de locales en el centro histórico. Al menos, el equipo de gobierno aprovechó su mayoría en el pleno de mayo amarrarse el presupuesto de la Corredora para este año.