De nuevo en València para presionar por una solución ante el problema de malos olores que genera la depuradora de Algorós y para tratar de amarrar una de las prioridades que el equipo de gobierno se había marcado para este año. El alcalde, Carlos González, y el gerente de Aigües d'Elx se trasladaron ayer a la capital del Túria para tratar de hacer fuerza y conseguir que la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) ceda al traslado de las instalaciones de la infraestructura a otra zona más alejada de las viviendas y quitarse así de en medio las molestias que sufren los vecinos del Sector V, en concreto más de 20.000 residentes. Y es que no solo los malos olores forman parte del problema de esta instalación, desde el Consistorio ilicitano también critican que está obsoleta y presenta muchas deficiencias por la falta de inversiones.

Tras la reunión de ayer, el Ayuntamiento y la empresa mixta han acordado presentar un informe para justificar el traslado ante el organismo que depende del Consell, con la vista puesta en que se encargue el proyecto de construcción de una nueva planta. A lo que aspira el alcalde es que cuanto antes, en concreto, después del verano, la Epsar pueda tener una decisión y un calendario de trabajo.

Y es que, la entidad pública todavía no tiene tomada una decisión y está estudiando distintas alternativas para la ubicación y el diseño de las nuevas instalaciones. El equipo de gobierno ya puso sobre la mesa del organismo autonómico a finales del año pasado una parcela de unos 100.000 metros cuadrados al suroeste de la ciudad, que dentro de planeamiento urbanístico permitiría el crecimiento de la estación de aguas residuales. Además, la parcela que ha propuesto el Ayuntamiento ilicitano y, que todavía no ha hecho público, tendrá muchas menos viviendas a su alrededor.

La entidad pública tiene redactado ya un estudio de soluciones para valorar la viabilidad de reformar la actual depuradora en su actual ubicación, o bien trasladarla a otro emplazamiento, tal y como señalaron desde el organismo autonómico.

Sin embargo, con la reunión de ayer en València, el Ejecutivo local quiso dejar claro que Elche está detrás de una nueva infraestructura para gestionar las aguas residuales, que ya tuvieron que ser ampliadas en 2008.