Sin tanto agobio como en las Pruebas de Acceso a la Universidad de junio y con una dosis menor de nerviosismo, 820 alumnos iniciaron ayer en la Universidad Miguel Hernández (UMH) la segunda convocatoria de la Selectividad, que afrontarán hasta mañana. En la mente de la mayoría de estos jóvenes está ya visualizado el próximo curso académico, no el que dará comienzo en septiembre, sino el 2019/20. La mayoría de estos estudiantes buscan en los exámenes mejorar sus notas para poder elegir alguno de los grados más demandados y a los que, de momento, no tendrán acceso. «Lo que hacen muchos de ellos es empezar a cursar unos estudios para pasarse al año siguiente a la opción que prefieren», aseguran desde la Universidad.

Un caso habitual entre estos estudiantes, que en buena parte de los casos se presentan para mejorar sus calificaciones, es el de los que empiezan cursando Enfermería para después dar el salto a Medicina, uno de los grados más demandados y que, por ende, exige una mayor nota para acceder a él. Fuentes universitarias aseguran que la lista de espera para poder cursarlo se sitúa todos los años entre los 2.000 y los 3.000 alumnos.

Los estudiantes que se han presentado en julio a la Selectividad buscan en la mayoría de los casos subir sus calificaciones porque fueron muy pocos los que suspendieron durante la primera convocatoria de estas pruebas, celebrada en junio: 52 jóvenes de los 3.518 que se presentaron. Esto quiere decir que el porcentaje de aprobados fue del 98,39%, ligeramente inferior al del pasado 2017 (98,56%) pero superior al obtenido por la Universidad de Alicante (95,99%).

Tanto los estudiantes que buscan subir nota como los que han llegado a esta Selectividad rezagados del Bachillerato tendrán difícil acceder en el curso que empieza en septiembre a las grados de Ciencias de la Salud (Farmacia, Fisioterapia, Psicología?) porque en los últimos años son los más demandados por los estudiantes que llegan a la UMH. «Estos estudios son los que más de moda están. Para entrar a las ingenierías no hay tanto problema porque muchos alumnos se echan para atrás al considerarlas más difíciles», sostienen en la Universidad.