Agentes del servicio de aduanas de la Guardia Civil en el aeropuerto internacional de Alicante-Elche han detenido a una mujer, de nacionalidad brasileña, por un delito contra la salud pública después de descubrir que transportaba cerca de tres kilos de cocaína escondidos en el doble forro de una maleta. La mujer había llegado en un vuelo procedente de Madrid.

El servicio se realizó dentro de los protocolos de seguridad y control que se efectúan a los pasajeros de vuelos transoceánicos que habitualmente hacen escala en la Capital de España y que tienen destino final la provincia. La maleta con la droga no fue detectada en los controles efectuados en Barajas pese a que se trataba de equipaje de mano, según explicaron fuentes de la investigación. Los agentes realizaron un demoledor informe que incorporaron al atestado judicial tras descubrir la droga. Este incluía imágenes de la sustancia, que fue destapada en presencia de la ahora detenida en uno de los despachos para cacheos y seguridad en la terminal aérea. Esta fue conducida junto a las diligencias a la Ciudad de la Justicia y se desconoce el contenido de su declaración.

Vista la pureza de la droga y la importante cantidad que transportaba, la Fiscalía acordó solicitar una medida de prisión comunicada y sin fianza para la acusada, que fue trasladada a prisión. Las diligencias se completarán con un análisis detallado de la droga, al mismo tiempo que se intenta descubrir cuál era el destino final de la droga.

Fuentes policiales aseguraron que esta es una de las mayores intervenciones relacionadas con estupefacientes de los últimos meses en el aeropuerto de Alicante-Elche. Normalmente se detectan cantidades menores. Los investigadores consideran que la detenida puede haber sido enviada por una red de traficantes para saber la «calidad» de los controles que se realizan en el aeropuerto alicantino, saturado de vuelos durante los meses de verano, lo que a priori podría dar que pensar que estos se han relajado. La realidad, como se ha visto, es muy distinta.

Sin antecedentes

La acusada no tenía antecedentes penales por lo que se sospecha que había sido contratada para este traslado. Los agentes se han puesto en contacto con las autoridades brasileñas para tratar de esclarecer el origen de la droga, un camino que no es nada fácil.

El tráfico de drogas es uno de los delitos que más aumentan durante los meses de verano en la Costa Blanca por el traslado hasta nuestras playas de miles de veraneantes que han encontrado en el consumo de estupefacientes algo consustancial a su forma de ver el ocio.