La Policía Local de Elche vuelve este fin de semana a estar manifiestamente presente en las playas ilicitanas, coincidiendo con los horarios de mayor asistencia al litoral, es decir, para disfrutar de la arena y las olas, pero también en las noches, cuando se sale más de casa y se disfruta al máximo de las vacaciones. Se trata de la denominada Unidad Turística y algunos de sus integrantes llaman al principio la atención porque incorporan el pantalón corto y la bicicleta como elementos más confortables para poder realizar su trabajo en una época de muchísimo calor y gran avalancha de personas.

Precisamente, el hecho de ser visibles en la orilla o en los paseos marítimos, es decir, cerca del ciudadano, es una de las prioridades de este cuerpo de cara a la temporada veraniega y en la que sobre todo los agentes tienen órdenes de incidir en tres cuestiones.

Una de ellas pasa por evitar la presencia de canes en las playas. Elche carece de playa para perros (una cuestión que incluso llegó a desembocar, en febrero de 2016, en una auténtica crisis de gobierno y que fue una de las razones para la salida de Ilicitanos por Elche del equipo de gobierno) y, además, no se puede llevar a la mascota a estos enclaves, ni aunque vaya atada o en cesta habilitada. Otra cuestión sería la de los perros-guía para personas invidentes.

Un segundo objetivo, que ya dio buenos resultados el año pasado, es seguir presionando para erradicar casi totalmente la venta ambulante entre las sombrillas. Esto incluye a vendedores de pareos, sombreros, gafas, refrescos o masajistas, algunos de los cuales sí han podido actuar en estos últimos días de junio antes de que los agentes hayan empezado a aparecer por el litoral.

Asimismo, prevenir los hurtos en la arena será otra cuestión que los policías que prestan servicio allí tendrán muy presente.

Problemas de tráfico

«En estos dos últimos años hemos conseguido rebajar los hurtos entre un 30 y un 40%», señala el intendente general jefe de la Policía Local de Elche, César Zaragoza, quien explica además que, para este verano, se va a incidir más en La Marina y en El Pinet, sobre todo por posibles problemas de tráfico y estacionamiento que puedan surgir.

Junto a estos dos puntos turísticos, los efectivos también quieren estar muy próximos a los residentes, turistas y visitantes que acuden a las playas de El Rebollo, Carabassí o Arenales del Sol. Incluso semanas atrás se les ha visto patrullar ya en bicicleta en zonas de aparcamiento improvisado entre las playas de El Altet y Arenales con el fin de disuadir a posibles carteristas o ladrones en vehículos estacionados.

«Somos, después de Estados Unidos, los únicos en donde hay agentes que van en bicicleta por la misma orilla del mar. Somos pioneros en Europa y España», subraya Zaragoza, quien señala que para ello se adquirieron en su día las denominadas «fat-bike», bicicletas con un ancho de rueda especial para no hundirse en la arena.

Ya se han podido ver en Arenales del Sol y este año es probable que también haya dos bicicletas de este tipo en La Marina.

Las motos quad, en cambio, no se usan en el litoral ilicitano ya que sus playas no cumplen con los requisitos mínimos para poder emplearlas.

En cambio, Elche sí volverá a contar con la denominada unidad marítima, una lancha rápida que este año, según fuentes de la Policía Local, ha optimizado su coordinación con Salvamento Marítimo y el Servicio de Costas de la Guardia Civil.

Por otro lado, Santa Pola suprimió un servicio similar hace dos años, por lo que posiblemente en alguna ocasión la unidad marítima de Elche no renuncie a prestar algún tipo de auxilio en las aguas de la localidad vecina.

En definitiva, las playas ilicitanas cuentan ya de media con una quincena de efectivos a diario para este verano. En concreto, se ha configurado una Unidad Turística con un inspector, dos oficiales, dieciséis agentes y ocho agentes de movilidad para tratar de garantizar así unas vacaciones lo más tranquilas posibles para todos.