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Aportes que llegan de la cuenca del tajo

La desaladora de Riegos de Levante permitirá cubrir el 50% de la demanda del Camp d'Elx

Los regantes inician los trámites para construir una planta con la que mejorar la calidad del agua que se almacena en El Hondo con el fin de contar con una alternativa al trasvase del Tajo-Segura

El Pantano de Crevillent recibiendo agua del trasvase Tajo-Segura después de la reapertura del acueducto la pasada primavera. antonio amorós

La necesidad de garantizar unos recursos hídricos aptos para riego y la falta de previsión a corto plazo de obtenerlos por los medios hasta ahora habituales, por la insistencia de las sequías, ha llevado a la comunidad general de Riegos de Levante a poner encima de la mesa la necesidad de construir una desaladora de agua salobre. Un proyecto para obtener una cantidad de recursos hídricos importante, la mitad de lo que se consume ahora cada año, que sirvan de colchón para suplir cierres del trasvase Tajo-Segura en periodos de sequía, como el que han sufrido los agricultores del Camp d'Elx durante el último año.

El primer paso para poner en marcha este proyecto se va a dar en la asamblea de regantes prevista para el 28 de junio, donde se presentará el proyecto a los comuneros, que va a suponer una inversión estimada de unos 13 millones de euros.

El principal escollo para llevarlo a cabo es la financiación, pero se espera resolver una vez que la Generalitat Valenciana desembolse a los regantes los más de once millones de euros que les debe por prohibir la caza en el parque natural de El Hondo. Los tribunales reconocieron el derecho de los regantes a recibir esta compensación económica, y actualmente se está negociando con el Consell la forma de pago, para satisfacer la deuda a lo largo del próximo año, si la Administración autonómica cumple su palabra.

La intención de Riegos de Levante es invertir este dinero en sacar un mayor rendimiento a la reserva de agua ubicada en los embalses de El Hondo, de donde se considera que se puede obtener agua para beneficio de los agricultores.

En la actualidad, explica el presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, no es posible utilizar estos recursos en los sistemas de riego modernizado, pero si se tratan en la planta desaladora se convertirían en una parte del aporte necesario para las cosechas. Además, se plantea emplear agua procedente de pozos adquiridos por la comunidad general, si la Administración lo autoriza.

En total, en Riegos de Levante estiman que al año se podrían obtener 15 hectómetros cúbicos en la planta desaladora, que se podrían elevar hasta los 30 hectómetros cúbicos si se mezclan con recursos procedentes de otras fuentes, como, por ejemplo, las depuradoras.

De esta forma, indicó Javier Berenguer, «tendríamos la mitad del agua que consumen al año los regantes de nuestra zona, que podrían planificar sus cosechas y nuevas plantaciones con mejores garantías de suministro». En Riegos de Levante se consume al año entre 50 y 55 hectómetros cúbicos anuales procedentes del trasvase Tajo-Segura.

Dado que la mayor parte de la inversión económica correrá a cargo del dinero que debe pagar el Consell a los regantes, la comunidad general estima que el precio final del agua que se obtenga con este tratamiento estará en torno a los 15 céntimos el metro cúbico. Un importe mucho más económico que el agua procedente de otras desaladoras donde los regantes compran el agua por más de 50 céntimos el metro cúbico.

La futura planta se ubicará en el término municipal de Crevillent, a medio camino entre el parque natural de El Hondo y el Pantano de Crevillent. Concretamente, la ubicación propuesta son unos terrenos ubicados junto a la Quinta Elevación. Para la instalación de una desalinizadora de agua de estas características es necesario contar con una nave de unos 1.000 metros cuatros y 6 metros de altura. La misma se pretende construir en una zona donde se facilite la adquisición de agua de El Hondo y, a la vez ,tenga una buena ubicación para distribuir el agua producida y el envío de la salmuera a una zona de vertido.

El punto de vertido es otro de los aspectos que más preocupa actualmente a los impulsores del proyecto. En ello se quiere trabajar, a la vez que se va avanzando en la gestión del proyecto de obra, con la colaboración de la Conselleria de Medio Ambiente, que es la que, en última instancia, tiene que autorizarlo.

Por el momento, las opciones que se manejan para verter la salmuera son la depuradora de Algorós, la depuradora del Rincón de León y azarbes. Esta última opción, la de azarbes, que ya cuentan con un alto nivel de salinidad, parece que es la que suena como más probable.

La planta desaladora contará con dos tipos de tratamientos en función de si el agua procede de El Hondo o de pozos. En el caso de que llegue de El Hondo primero se someterá a un proceso de microfiltrado para eliminar la materia orgánica, y, después, pasaría a la desalación. En el segundo caso, cuando proceda de pozos, se considera que el agua sólo será necesario que pase por la desalación. Los recursos obtenidos se almacenarán en el Pantano de Crevillent, desde donde podrán ser distribuidos a los regantes.

Desde la comunidad general Javier Berenguer insistió en que «si es importante contar con infraestructuras modernas y eficientes en el uso del agua, también es importante contar con una fuente de recursos hídricos que lo justifiquen». Por este motivo, añadió, «seguimos trabajando para garantizar los aportes en el caso de que se vuelva a registrar un periodo de sequía que lleve a un nuevo cierre del trasvase Tajo-Segura».

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